México a finales del siglo XX - México Desconocido
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Arte y Artesanías

México a finales del siglo XX

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Resulta usual que reflexionemos acerca de la imagen que tenía nuestro país en el pasado. Para México Desconocido constituye una tarea inaplazable hacer un recuento de los cambios ocurridos en el país durante los últimos veinte años del siglo XX, porque hemos dejado testimonio de ello.

Legado natural

Hoy es posible afirmar que muchas de nuestras costas cuentan con instalaciones que, según sea el criterio con que se juzgue, las han transformado. Es así que, en la costa de Quintana Roo, existe un corredor turístico que permite disfrutar, desde Cancún hasta Chetumal, de atractivos históricos y naturales de enorme importancia: playas, sitios arqueológicos y espacios ecológicos privilegiados, dotados de servicios que favorecen la visita y el conocimiento.

De igual manera, las costas de Oaxaca y Guerrero se han transformado para que turistas y excursionistas disfruten de espacios inigualables e, incluso, intenten ir más allá, donde todavía es posible estar solos en compañía de la naturaleza; otro tanto ha ocurrido en las costas de Jalisco y Colima que sorprenden por su extraordinaria belleza. Más arriba, en la misma costa del Pacífico, Sinaloa, Sonora y la península de Baja California ofrecen hoy alternativas reales que favorecen el contacto con la naturaleza. 

Por otra parte, en el Golfo, aun cuando se trate de lugares tradicionales como Veracruz, que desde hace muchos años funcionan como atractivos turísticos, algunos de sus servicios han propiciado su visita y el reconocimiento de la riqueza de su entorno. En la mayoría de esos lugares sobreviven los elementos consustanciales que les dieron fama, como sus rincones naturales, su comida y su música.   

Es innegable también que a finales del siglo pasado, un componente esencial de la imagen de México ha sido afectado; me refiero, al medio ambiente; sin embargo, y de manera paradójica, ha crecido la conciencia de instituciones y ciudadanos con respecto a este problema. Resultado de ello son las campañas para su conservación y los proyectos que hoy se llevan adelante para salvar áreas naturales e innumerables especies de flora y fauna. Hemos dado cuenta de la existencia de reservas de la biosfera y de los trabajos que realizan especialistas para poner a salvo las especies animales en peligro de extinción en diversas latitudes de nuestro territorio.

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Legado cultural

En la misma dirección aparecen, como vitales para la conservación de la esencia y el espíritu de nuestro país, los tesoros que representan el patrimonio histórico y cultural de México. No podemos soslayar que es mucho lo que en materia de patrimonio se ha dañado o perdido. La investigación arqueológica ha hecho posible que sepamos más acerca de nuestro pasado, y que podamos disfrutar de «nuevas» ciudades prehispánicas, y de hallazgos importantes en éstas y en las que ya estaban abiertas al público. 

Otro aspecto relevante es el papel que ha jugado la sociedad civil en la restauración de obras de arte colonial, y que ahora son motivo de orgullo para muchas comunidades en diversos puntos del país. La exploración tierra adentro, la espeleología y la investigación de campo lograron hazañas importantes que nos acercan a un mejor conocimiento de algunas maravillas de la naturaleza. Sistemas geológicos completos han sido explorados, caídas de agua y cuevas fueron reconocidas por primera vez, y conocimos testimonios directos de los protagonistas. Los programas de promoción turística han colocado a las Barrancas del Cobre, en Chihuahua, y al Cañón del Sumidero, en Chipas, en un primer plano, razón por la cual cada vez son más numerosos los grupos de los visitan. 

Algo que nos ha sorprendido a todos ha sido el crecimiento de las ciudades, que en ocasiones ha puesto en peligro los centros históricos o los barrios típicos. El temblor de 1985 alertó sobre los problemas de crecimiento vertical y, después de diez años, en algunas colonias afectadas de la ciudad de México, los vecinos han reconocido el valor histórico de sus viviendas y edificios; lo anterior ha traído como consecuencia el remozamiento de joyas arquitectónicas de la primera mitad del siglo. Ciudades como Guadalajara, Monterrey, Puebla, y otras no menos importantes, han iniciado procesos de planeación que tienen como objetivo, entre otras cosas, recuperar sus centros históricos. En el mismo lapso, algunas ciudades fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad; los programas Mundo Maya y Ciudades Coloniales han representado un estímulo para que, propios y extraños, disfruten de las riquezas naturales, históricas y culturales de extensas regiones de nuestro país.

Acontecimientos relevantes

Citaré ahora sin orden cronológico ni temático algunos acontecimientos producidos por la naturaleza, y otros por la voluntad del hombre, que nos hacen reflexionar sobre la necesidad de estar atentos y cerca de todo aquello que sea de interés para ustedes: la erupción del Chichonal, y de cómo en nuestros días la vegetación ha tomado nuevamente su lugar en el entorno del pequeño volcán; los efectos de ciclones y huracanes como el «Gilberto», de los que se desprenden experiencias para hacer frente a este tipo de fenómenos; la recuperación paulatina de las condiciones naturales de una parte importante del lago de Texcoco, que le ha devuelto su carácter de santuario de aves migratorias, las cuales viajan desde lugares ubicados a miles de kilómetros; la exploración del impresionante Sistema Huautla Peña Colorada, en el estado de Oaxaca.

Los hallazgos importantes, como la Coyolxauqui, en el Templo Mayor de la ciudad de México, y el Tzots Choj en Toniná, Chipas; el reconocimiento de ese inaudito lugar conocido como la Zona del Silencio, en los límites de Coahuila y Durango; la recuperación del conjunto conventual de Santo Domingo, en Oaxaca; la declaración de la primera Reserva Ecológica, con participación del sector privado, en el estado de Chiapas, bajo los auspicios de Pronatura; el encomiable esfuerzo de los zacatecanos por conservar su ciudad capital.

La restauración del teatro Ángela Peralta en Mazatlán, Sinaloa; la declaración de áreas protegidas como reservas de la biosfera en el Sureste Mexicano; la creación de un centro para la protección de la tortuga golfina, en Masunte, Oaxaca; la restauración de murales en los conventos del estado de Morelos; el acondicionamiento de parque nacionales como Chipinque, en Monterrey; la protección de áreas como Ría Lagartos, donde tiene su hábitat el flamingo, en Yucatán; la revaloración de tradiciones populares, expresadas en las distintas manifestaciones de los grupos étnicos; la actividad volcánica del Popocatépetl y el Volcán de Colima; la búsqueda de ejemplares que aún sobreviven de la vaquita marina en el Mar de Cortés.

Todo esto, como señal inequívoca del panorama que se abre para quienes quieren conocer México, y prueba también de que es mucho lo que hay que descubrir, investigar y proteger para que este país encuentre mejores horizontes, conscientes de que nada de lo que tenemos nos pertenece, en todo caso somos custodios del México que heredamos a nuestros hijos.

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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