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Fines de Semana

De pata de perro en Querétaro

Querétaro
© Herbey Morales

Vete de pata de perro a Querétaro con tu mascota, descubre todos los lugares pet friendly que este destino tiene para ella y pasen un fin de semana inolvidable.

Fin de semana de pata de perro

La llegada de la primavera reactivó mi espíritu aventurero, junto con mi mamá, decidimos retomar nuestras aventuras e irnos de pata de perro a una hermosa ciudad colonial: Santiago de Querétaro. Tomamos mis platos, mi correa y nos dirigimos hacia el centro del país por la carretera a la que, por suerte, ya estoy bastante acostumbrada.

Después de casi tres horas de pata de perro llegamos a nuestra primera parada, un lugar especial llamado Dogzania que funciona como pensión canina y lugar de adiestramiento. Desde el primer momento me sentí como si me hubieran organizado mi fiesta de cumpleaños. Dos simpáticos labradores salieron a recibirme y, entre lengüetazos y ladridos, llegué hasta el amplio jardín que tienen en esta casa situada en el corazón de Jurica. Ahí encontré todo tipo de aditamentos para mantener en acción mi cuerpo y mi mente. Aprendí a saltar obstáculos, a pasar a través de un gusano de colores, a brincar en una alberca de pelotas.

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Herbey Morales
Cuando me sentí un poco cansada de tanto andar de pata de perro, el personal de Dogzania le propuso a mi mamá contarnos un cuento en el que los actores son nada menos que mis nuevos amigos labradores. Fue divertidísimo porque no me limité a observarlos, sino que participé en el cuento y ¡casi aprendí a bailar como una princesa! Llegó la hora de partir y, aunque no quería dejar a mis nuevos amigos, subí con mi mamá a la camioneta para volver al centro de la ciudad.
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Luego nos dirigimos hacia La Fábrica, un espacio cultural situado en una antigua zona industrial de la ciudad. Pude andar de pata de perro libremente y ahí encontré un teatro, un centro de promoción del budismo y un hermoso café en el que mi mamá y yo nos quedamos a cenar muy a gusto, pues Café Moser es más que una cafetería: es un establecimiento alternativo y abierto en todos los sentidos, ya que no solo sirven deliciosa comida, bebidas y un excelente café, sino que hay conciertos de jazz, exposiciones y todos son bienvenidos, hasta yo, que estuve muy consentida por los dueños, una pareja suizo-mexicana que me ofreció un lugar para acostarme y un platito de agua fresca.

Una morada de ensueño

Agotada después de tanto ajetreo, llegué casi dormida al lugar que mi mamá eligió para pasar la noche: La Casa del Atrio, un encantador hotel situado en el Centro Histórico, en donde me sentí de lo más contenta y apapachada. Tiene muchos pasillos y escaleras que llevan a patios inesperados, por los que se entra a las distintas habitaciones, cada una decorada con detalles y antigüedades que las hacen únicas. Al llegar, pasamos al fondo del hotel hasta topar con un relajante espacio adornado con una hermosa banca y muchas plantas; ahí pude olfatear libremente sin correa y hacer mis necesidades con tranquilidad. La noche la pasé estupendo al lado de mi mamá, hasta que llegó la hora de despertar para seguir de pata de perro en la ciudad, pero antes, un rico desayuno que tomamos en uno de los muchos patiecitos del hotel.

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Para seguir con nuestro plan de pata de perro, abordamos la camioneta y tomamos la carretera hacia Huimilpan hasta llegar a Tierra Paraíso. Lo que ahí ocurre es un verdadero milagro para nosotros, los de cuatro patas, pues desde hace poco más de ocho años, este lugar ofrece una segunda oportunidad de vida para los perros de Querétaro y sus alrededores. Ahí, Diana Pérez creó un espacio que cumple muchas funciones a las vez. Primero, es un espacio educativo en donde se enseña a los humanos acerca de la responsabilidad que tienen con nosotros; es también un sitio de recreación a donde puedes venir con mis congéneres y pasar un día divertidísimo en sus instalaciones, pues tienen área de juegos con subibaja, juegos de obstáculos y mil cosas más, ¡incluso una alberca canina en donde aquellos amantes del agua no paraban de echarse clavados! También es un albergue canino en donde habitan perros que han rescatado de calles, carreteras, terrenos baldíos o canales. Ahí es posible adoptar a un compañero para toda la vida, pero es necesario cumplir con todos lo que piden y seguir el proceso, que incluye una visita al domicilio y vivir con el perrito elegido durante una semana de prueba.

Herbey Morales

De pata de perro en Amealco

A la mañana siguiente decidimos seguir de pata de perro e ir un poco más lejos y visitar los alrededores de la ciudad, así que nos encaminamos hacia Amealco, un encantador pueblito próximo a recibir el nombramiento de Pueblo Mágico. Caminamos por el centro; admiré la plaza, con su hermosa iglesia y, como amanecí con ánimos de seguir jugando, fuimos a visitar el Cerro de los Gallos, situado a solo 3 kilómetros al suroeste del centro, no sin antes pasar a degustar un mole de guajolote que le habían recomendado mucho a mi mamá, El Primo, situado en el Km 3 sobre la carretera a San Ildefonso. Ahí comí un poco de arroz y volví a refrescarme con un platón de agua fresca.

Herbey Morales
Una vez en el Cerro de los Gallos, dimos largos paseos por sus senderos y respiramos ese olor a bosque y naturaleza que tanto extrañaba. Para los humanos hay muchísimas actividades: tirolesas, puentes colgantes, espacio para acampar o hacer picnics; senderos para andar en bicicleta y un teatro al aire libre. Eso sí, deben llevar su propia comida porque ahí no hay establecimientos cercanos.

Quizá esta fue la razón por la que mi mamá decidió que nos fuéramos un poco antes de lo que yo hubiera querido, así que abordamos la camioneta de regreso a Querétaro y nos dirigimos a Brewer Gastro Pub, donde pude descansar mientras olfateaba un aroma desconocido para mí, que resultó ser el de la malta que emanaba de la cerveza artesanal que ahí se produce.

Le explicaron a mi mamá que en Brewer se elaboran varios tipos de cerveza (bebida que se veía muy refrescante), y que se pueden degustar junto con delicias como pizzas, ensaladas y unos postres deliciosos (probé algunos pedacitos). La etiqueta de la casa es Toro, una de las cervezas más vendidas a nivel nacional, y a juzgar por la reacción de mi mamá, tiene un gran sabor. Además, los precios son muy accesibles, a juzgar por lo que mi agudo oído perruno pudo escuchar.

  • Tip
    Al viajar en carretera ‒especialmente si es un viaje de más de dos horas‒ es necesario llevar a tu mascota en una transportadora rígida o por lo menos con un cinturón de seguridad especial, anclado al asiento. Así se evitan distracciones al conductor y accidentes. Otra buena recomendación es no alimentarnos, por lo menos dos horas antes del viaje, para descartar diarreas o vómito.
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