Lugares para deleitar tu antojo en el Centro de Tlalpan
Café perfectamente preparado, delicioso pan de masa madre, pizza, cerveza, mezcal, ¿qué más puedes pedir? Escápate al Centro de Tlalpan y descubre nuevos lugares.
El centro de Tlalpan es uno de los barrios más antiguos de la Ciudad de México, ¿ya lo conoces? Se localiza al sur de la ciudad, en la alcaldía Tlalpan y sus diversos atractivos lo hacen ideal para una escapada dentro de la CDMX. En los últimos años está más vivo que nunca, con la apertura de nuevos lugares para visitar y conocer, ¡mejor pretexto, imposible! Descubre que hacer en el centro de Tlalpan.
Congreso Café
El café de especialidad se abre camino por toda la ciudad, y en el centro de Tlalpan no podía tener mejores representantes. Congreso Café es un establecimiento-laboratorio que, sólo con echarle un ojito, te quedarás con la boca abierta. Por supuesto, es el olor a café el que te obliga a buscar el origen de tan agradable aroma; la tostaduría (Congreso 79, Tlalpan Centro)es también una barra de café para disfrutar, largo y tendido, de una muy buena taza de la bebida. Cualquier barista a cargo te guiará para elegir el grano y la extracción adecuada para no perderte ni una nota de los cafés que aquí tienen.
Pero eso no es todo, pues su crecimiento fue tal que abrieron un café-galería a unos metros de su local original, así que también debes conocer la sucursal de Congreso 6 y pasearte por las distintas obras de arte que presenten en ese momento. Podrás disfrutar también de coctelería y algunas opciones de alimento para quedarte aquí por un buen rato antes de continuar el tour por el barrio.
Dónde: Congreso 79 y Congreso 6, Tlalpan Centro.
Fruto de Horno
Amamos el pan de La Montañesa, la tradicional panadería del centro de Tlalpan con los bolillos más ricos de la ciudad, sí, pero la llegada de Fruto de Horno al barrio es una bendición para los amantes del pan y los lugares bonitos. Un proyecto que comenzó con venta en línea fructificó como la masa madre y encontró espacio y a muchos seguidores que rápidamente comenzaron a llenar el local que muestra en un espacio hermosamente diseñado pan y bocadillos como para olvidarse de la dieta.
También hay una carta de bebidas para que disfrutes en el lugar de sus creaciones, entre ellas las galletas que tanto gustan: las NY Cookies, con nuez y chispas de chocolate. Croissants, muffins, galletas, brownie y una variedad de pasteles para cualquier festejo, para cualquier antojo.
Dónde: Congreso 79, Tlalpan Centro.
Hilo Negro
Las pizzas de Hilo Negro son elaboradas en horno de leña, delgaditas, perfectas, ¡deliciosas! Es otra de las recientes aperturas en el centro de Tlalpan, en los famosos arcos del Parque de la Constitución. Si te gusta la buena pizza debes saber que todos los martes y miércoles desde las 14:00 hasta las 20:00 hrs., hay 2×1 en pizzas. Las favoritas son la de cuatro quesos, la de champiñones en salsa de trufa, la blanca y la meatlover. Los costos promedio por pizza grande es de $250 MXN.
Dónde: Plaza de la Constitución 1, local 17, Tlalpan Centro.
Maldita Fonda
No es tan nueva, pero merece estar en esta lista. Es uno de los lugares favoritos para ir a comer rico pues es bueno, bonito y barato. Tienen, como toda fonda respetable, un menú que cambia todos los días, desde $100 MXN. Aquí también podrás disfrutar de una buena cerveza de barril o una copa de vino mexicano, ¡tienen una buena selección! Por las tardes, junto a sus vecinos de Barra Alipús (ideal si eres amante del mezcal), reciben a las personas que quieren consentirse en solitario o con amigos, charlar, y ver pasar a los visitantes. Maldita Fonda es un lugar pequeñito, pero muy acogedor, y en las mesitas de afuera podrás ver los frondosos árboles que dan sombra y frescura a la plaza principal.
Dónde: 14000, Tlalpan Centro I.
¡Ya sabes qué hacer en el Centro de Tlalpan! Es un barrio con galerías, restaurantes, casonas y calles para caminar y disfrutar, ¡sé turista en tu ciudad!
José Ángel Araujo Corredor, amante de los perros y apasionado de la comida. Escribo sobre comida, viajes y estilo de vida. Mi historia de amor con la comida comenzó cuando apenas era un niño, observando a mi mamá volando en la cocina como un colibrí. Amo los viajes que me dejan con el corazón contento, y unos kilitos de más.