Toros de fuego de Tultepec, la emocionante fiesta del cohete
Este es una fiesta para viajeros arriesgados que busquen de una experiencia inolvidable. Se realiza cada año en el pueblo donde se produce más pirotecnia en México.
Olvídate de la rutina y escápate:
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La oscuridad cae en el pueblo de Tultepec. En la penumbra se alcanza a ver cómo un gigantesco toro de cartón envuelto en explosivos llega a la plaza principal cargado por una decena de hombres, uno de ellos saca un encendedor del que surge una flama anaranjada, es la señal para que los cientos de hombres jóvenes se coloquen de forma apretada la capucha de sus chamarras en la cabeza, ahora están listos para enfrentarse al fuego.
Primero se escucha la detonación de un pequeño cohete, no pasan más de dos segundos para miles de petardos iguales truenen uno tras otro, miles de candentes chifladores de los que salen luces de color amarillo se sueltan quemando en los brazos y rostro a algunos de los osados asistentes quienes se llevarán a casa estas heridas como trofeos de su valentía.
Aunque son decenas los quemados pocos son los toreros que se echan atrás, están eufóricos, brincan alrededor de las llamas que suelta el toro de cartón, se enciende una rueda giratoria en el lomo de la bestia, todos gritan por el espectáculo de luces, emoción y peligro, nadie quiere que este momento se acabe.
Por eso los valientes retan al toro, lo insulta, le gritan diciéndole que es cobarde, los hombres que operan a la bestia de cartón y cohetes, todos cubiertos del rostro y vestidos con ropa gruesa para no quemarse, se toman en serio su papel, y le echan el animal encendido a todos aquellos que se sienten muy bravos, algunos de ellos caen y salen quemados.
El toro está a punto de concluir la misión, se le ha incendiado el lomo y el rabo de la cabeza empieza a salir una lengua de fuego anaranjada todos celebran brincando y gritando haber salido invictos, o casi, de esta corrida.
La historia de los Toros de Fuego de Tultepec
El desfile de estructuras con formas de toro cubiertas con fuegos artificiales comenzó a celebrarse a mitad del siglo XIX, con la idea de celebrar a San Juan de Dios, en la que un gremio de artesanos de la pirotecnia se unió para crear estos toritos de madera, caña, papel maché, alambre y pinturas de colores brillantes a los cuales se les bautiza con nombres como El Chico, Sagitario, Toro Maya o Monstruo y que son creados para honrar al santo que es el protector del pueblo.
El desfile de estos toritos es conocido como la Pamplonada, nombrada así por el encierro que sale a las calles en la ciudad de Pamplona en España.
Los Toros de fuego de Tultepec pueden medir desde 50 centímetros hasta 3 metros de altura y cuesta entre 400 a 20 mil pesos construirlos.
La fabricación de fuegos artificiales es la base económica y la identidad de este municipio, una tradición que nació ya que, en la época de la colonia, aquí se producía pólvora.
Actualmente alrededor del 60 % de los 110 mil habitantes de Tultepec se encuentra involucrado en la producción de los fuegos artificiales.
Los Toros de Tultepec salen a las calles el 8 de marzo, el este día se queman cerca de 300 de estos objetos y asistir a la fiesta es un recuerdo que queda grabado en tu mente para toda la vida. Sin embargo, cualquier día del año puedes acercarte al pueblo y conocer el proceso de armado de los cuetes o ver cómo trabajan en la creación de estos toritos
La fiesta, que se realiza desde hace 30 años, no se ha suspendido pese a las tragedias con pirotécnica que han ocurrido en esta comunidad, de hecho la festividad se fortalece tras cada explosión trágica, pues los habitantes creen que haciendo cada vez mejores toros de cartón reciben más protección del santo patrono.
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