Valle de Anáhuac
Xochimilco, último reducto de la enorme zona lacustre que fue el valle de Anáhuac es nuestro primer destino.
Las trajineras, destinadas hoy para paseos turísticos, fueron tanto en Xochimilco como en la gran Tenochtitlan, el transporte más común entre los habitantes. El pueblo de Xochimilco tiene edificios coloniales como la parroquia de San Bernardino y la capilla del Rosario.
El sur de la ciudad de México ofrece múltiples atractivos culturales y arquitectónicos. Por la avenida Insurgentes podemos llegar a la zona arqueológica de Cuicuilco, cubierta por el Xitle hace más de 2,000 años.
Por esa misma avenida continuamos hasta Ciudad Universitaria cuyos edificios más antiguos se comenzaron a construir en 1950. En la parte sur de Ciudad Universitaria está el Centro Cultural Universitatio, con la sala Nezahualcóyotl, la nueva Biblioteca Nacional y el Espacio Escultórico. En la parte norte está la torre de Rectoría, la biblioteca que Juan O’ Gorman decoró con mosaico, y el Estadio Universitario.
El sur de la ciudad también tiene una zona colonial de fuerte tradición. Recordemos que Hernán Cortés construyó en Coyoacán su palacio. Coyoacán, incluso durante parte del siglo XX, fue un pueblito alejado de la capital, con su iglesia de San Juan Bautista y sus capillas de Panzacola y Santa Catarina. Hoy es uno de los centros de actividadcultural más importantes de México, con museos como el de Anahuacalli (casa de Diego Rivera) y Frida Kahlo, centros culturales, librerías, teatros, cafés y galerías.
Al norte de Coyoacán está el Museo de las Intervenciones, antes templo y convento de Churubusco; y al poniente, el barrio de San Ángel donde sobresalen el convento del Carmen, la plaza de San Jacinto y las mansiones de los potentados del siglo XVIII, como la Casa del Risco, la de los Mariscales de Castilla y la antigua Hacienda de Goycochea.
CHAPULTEPEC
De San Ángel tomamos el Anillo Periférico hasta llegar a Chapultepec, otro de los sitios históricos, culturales y de esparcimiento importantes del país. Desde la peña sobre la que se levanta el Castillo, hoy museo, se mira el parque. Alrededor del lago aún se yerguen algunos ahuehuetes en dirección a la Calzada de los Poetas y el Zoológico. Al norte se ve el Museo Tamayo y al noroeste el Museo de Antropología, el más grande del país. Hacia el poniente está el Auditorio Nacional y al suroeste sobresale la montaña rusa, en la segunda sección del parque donde también están el Cárcamo pintado por Diego Rivera y el Museo de Historia Natural. Desde el lado oriente del Castillo se ve el Museo de Arte Moderno. Cabe señalar que en la parte oriente de la peña, cerca del lugar donde cayó Juan de la Barrera con la enseña patria, hay algunos relieves prehispánicos sobre la roca que se cree hacen referencia a Tlacuétel.
El crecimiento acelerado de la capital se dio fundamentalmente desde fines de los años 40 y principios de los 50, décadas a partir de las cuales se realizaron muchas construcciones que hoy caracterizan a la metrópoli como la Torre Latinoamericana y el edificio de la entonces Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (hoy Secretaría de Comunicaciones y Transportes). Los años 60 se distinguieron por la construcción de multifamiliares como el de Tlatelolco, donde está la plaza de las Tres Culturas, y la Villa Olímpica, terminada en 1968 junto con una serie de construcciones destinadas al evento olímpico de ese año: el Palacio de los Deportes, la Alberca Olímpica y el Velódromo.
Continuamos al Centro Histórico
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