Vera Caslavska, la novia de México que desafió a la Unión Soviética
Vera Caslavska desafió a la Unión Soviética pese al riesgo que ello significaba. En esta lucha México no la dejaron sola.
En el vuelo de Checoslovaquia a México, la gimnasta Vera Caslavska y su novio el corredor Josef Odlozil, prometieron casarse en territorio mexicano si ella ganaba el concurso general individual y él llegaba a la final de los 1500 metros. Ambos cumplieron, así que empezaron con los preparativos de boda.
La pareja tenía planeada una ceremonia discreta, pero la noticia sobre la unión corrió veloz en salones de belleza, cantinas y plazas públicas del país. El presidente del comité organizador logró que las nupcias se realizaran el 26 de octubre de 1968 en la Catedral Metropolitana, cien mil mexicanos los acompañaron emocionados a su enlace, ganándose el mote de “la novia de México”.
Vera Caslavska, con domicilio en Villa Coapa, DF
Para la historia quedó que en el acta de matrimonio se asentó que ambos tenían su domicilio en Villa Coapa, en la delegación Tlalpan del Distrito Federal. Por cierto su luna de miel fue en una suite de la Villa Olímpica.
El pueblo mexicano había reaccionado con este cariño hacia la rubia checa porque durante las competencias en las que ganó las cuatro preseas doradas, ella usó ni más ni menos que el Jarabe tapatío y Allá en el rancho grande. provocando de inmediato la euforia de un público mayoritariamente mexicano en las gradas.
El reproche de Vera a la Unión Soviética en los Juegos Olímpicos
Pero no serían solo estas cosas las que harían que Vera Caslavska se quedara en la memoria de quienes vivieron México 68. Tras ganar sus medallas de oro, en la ceremonia de premiación, la gimnasta agachó la cabeza cuando se exhibió la bandera y el himno soviético, en claro gesto de reproche.
Esto porque unos cuantos meses atrás, Vera firmó el manifiesto de Las dos mil palabras, en donde ella, junto con otros 80 ciudadanos distinguidos, exigían un “socialismo con rostro humano” para Checoslovaquia. La petición no caería nada bien a los líderes de la Unión Soviética, al que Checoslovaquia estaba alineada.
Vera Caslavska la subversiva
El líder Leonidas Breznev no ve con buenos ojos las actitudes reformistas en Checoslovaquia, haciendo que todos los firmantes de Las dos mil palabras sean considerados subversivos y sujetos de vigilancia, incluyendo a la gimnasta, quien se ve obligada a refugiarse en un poblado cercano para entrenar sin equipo alguno y solo con ayuda de las descuadradas ramas de los árboles solo a dos meses de los Juegos Olímpicos de 1968.
Al poco tiempo Checoslovaquia es invadida por las fuerzas soviéticas, terminando así la breve Primavera de Praga.
Tras muchos ruegos del entrenador, los líderes permiten que Vera viaje a México para la justa deportiva del 68, los asuntos de su subversión en los que ella está implicada los verán después.
Tratan de poner fin a la carrera deportiva de Vera
Y así fue, a su regreso a Checoslovaquia, luego de participar en los Juegos Olímpicos de 1968, ganar cuatro oros, casarse con Josef Odlozi, despreciar al himno de la Unión Soviética y ser considerada como “La novia de México”, a la atleta le es retirado su pasaporte apenas pisó el aeropuerto.
Luego es llevada para dar explicaciones por la firma del documento de Las dos mil palabras. Le proponen retirar todo cargo de subversión contra ella si pide disculpas, pero se niega en apego a sus convicciones. En castigo le retiran el derecho de participar en cualquier competencia. Su carrera fue apagada.
De vuelta a México
Diez años después el gobierno mexicano pide a Checoslovaquia que Vera entrene a gimnastas en México, las autoridades checoslovacas lo permiten bajo la condición de mantener negocios relacionados con petróleo.
La medallista olímpica entrena a cientos de atletas en suelo mexicano, también hace un programa en la televisión nacional que lleva por nombre Haga gimnasia con Vera. Pero todo esto acaba cuando ambas naciones no pueden seguir manteniendo su pacto comercial. Vera Caslavska murió en su país en 2016.
