Lugares poco conocidos y deliciosos en San Miguel de Allende
Sal del recorrido tradicional en San Miguel de Allende y visita estos lugares poco conocidos que te sorprenderán.
Te contamos sobre algunos lugares poco conocidos en una Ciudad Patrimonio. Cierto es que todos hemos visitado San Miguel de Allende al menos una vez. Es inevitable el atractivo de esta ciudad colonial guanajuatense donde la vibra bohemia, la oferta gastronómica y sus noches de fiesta, alegran a jóvenes y adultos por igual.
No obstante, es reconocido un boom que ha generado la apertura de pequeños establecimientos marcados de pasión, buen gusto y dedicación de los dueños y su equipo. Por ello, decidí salirme de la ruta típica y encontrar esos lugares perdidos que son increíbles y que también se encuentran dentro de San Miguel de Allende.
Cafetería de La Mancha
Para iniciar la aventura en San Miguel de Allende, lo más indicado es una dosis de cafeína al torrente sanguíneo. Recomiendo ampliamente el Café de La Mancha, un espacio que huele a arte con café tostado.
Su barra es atendida por el barista Miguel Tovar, quien maneja todos los estilos y artefactos para el preparado de este grano que aclara la mente. Yo como siempre tomo mi café americano en taza mientras leo alguna de las publicaciones del lugar.
No faltará algún dibujante o viajero que comparta el instante mañanero para intercambiar puntos de vista sobre la vida o sobre lo absurdo de todo. Con suerte podrás entablar plática con Christian Zaid o Paloma Montes, los dueños del lugar, quienes te regalan un momento de charla y camaradería que siempre cambian las notas de la taza de café.
Dónde: Recreo #21
Mercado Sano
Sin duda, el epicentro de la comida orgánica en esta Ciudad Patrimonio se encuentra en este Mercado. El colectivo que lo forma tiene entre sus filas a agricultores, artesanos de la belleza y modistas, hasta restauranteros, baristas y jugueros; todos con el común denominador de promover la cultura orgánica. Este atractivo laberinto orgánico es para disfrutarse lentamente.
Detenerse en cada puesto y preguntar al encargado todas las dudas que uno pueda tener sobre los múltiples beneficios que traen los productos orgánicos.
Es también el lugar perfecto para borrarse esa idea de que todo lo orgánico es caro. Yo mismo que no me presumo como un despilfarrador en potencia, encontré que desde las verduras hasta los shots de “wheat grass” están al alcance de cualquier bolsillo.
No dejen de visitar en el fondo el área de frutas y verduras, la barra verde de Living Grass, y en el segundo piso la tienda de ropa y la comida srilankense del chef Dilshan Madawala. Con suerte, escucharán a un reconocido francés tomar el piano del lugar y armonizar con sus melodías.
Dónde: Ancha de San Antonio #123
Marsala cocina con acentos
Este restaurante chic le pone acento a los detalles y es uno de los lugares poco conocidos de San Miguel. Su decoración rebasa el buen gusto en su manejo de colores, abriendo el apetito imaginativo del comensal.
En su patio central se recomienda buscar una mesa bajo la sombra y bajar la temperatura con una cerveza o el famoso trago Mimosa. Pronto sentirán el apapacho del cuerpo de meseros y la gerente Ximena de León, quienes en todo momento se preocupan de hacer la experiencia de Marsala uno con acento tácito.
Otro gran acento es su mezcal cenizo Doña Natalia, destilado en Durango. No te puedes perder las entradas de quinoa o de atún. Los escargots son una probadita de cielo, al igual que las costillas de cordero en costra de chicharrón, y sin duda lo mejor será acompañar tu comida y tragos con esas amistadas fortuitas que suceden en cada esquina de San Miguel de Allende.
Dónde: Hernández Macías #48
13 Cielos Restaurante
Dice la tradición prehispánica que toda persona al morir debe pasar por 13 Cielos antes de llegar al paraíso. Estoy casi seguro que 13 Cielos se encuentra en las últimas etapas, pues tanto su barra como el menú fueron diseñados para el disfrute celestial del comensal.
Tras bambalinas se encuentra el joven y talentoso chef, Francisco Silva, cuya inspiración es renovar las recetas clásicas con un toque vanguardista.
Toma el menú, cierra los ojos y permite que el azar te alimente. Con suerte recibirás un aguachile de sandía, que básicamente son camarones y callos de hacha con brotes de temporada, caviar, gel de cítricos, cebolla petit y rabanos baby.
O que te parece una sopa de xoconostle con chicharron de cerdo, queso freso y crocantes de chile seco. Pide mezcal y tu cielo será todavía más bello.
Dónde: Correo #34
¿Has estado en alguno de estos lugares poco conocidos de San Miguel de Allende?
