El afroseminol de Coahuila, una lengua en peligro de extinción
Entre las diferentes lenguas que se hablan en México, destaca el afroseminol, símbolo de la libertad y resistencia en la actualidad.
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Es innegable que la enorme diversidad lingüística de México refleja su riqueza histórica y cultural. Cada una de las lenguas habladas en el país, posee un contexto que sintetiza el devenir de una comunidad a lo largo del tiempo. Debido a ello, el afroseminol tiene especial relevancia. A pesar del paulatino detrimento del número de sus hablantes, este idioma continúa resistiendo y simbolizando la libertad.
Origen del afroseminol en el siglo XVIII
El afroseminol o criollo afrosemínola es una lengua que derivó del inglés, cuyo origen se sitúa en el siglo XVIII. El término afroseminola tiene su raíz en el prefijo afro, que indica el origen africano; y semínola (en inglés seminole), es una adaptación de la palabra en español cimarrón, «esclavo evadido». Servía para distinguirlos de los indígenas semínola (hablantes de una lengua de la familia muscógana), con los cuales los afrosemínolas mantuvieron intensas relaciones.
Y es que precisamente en el siglo XVIII, los afrosemínolas (también llamados semínolas negros o mascogos) llegaron a la Florida española. Eran esclavos fugitivos provenientes de las colonias inglesas en Norteamérica. Debido a esto, fueron acogidos por las autoridades hispánicas. A cambio de respetar su libertad, debieron convertirse al catolicismo y servir como soldados. Su misión fue defender aquél territorio de ataques anglosajones. La mayoría de ellos fueron destinados al fuerte de San Agustín.
Nuevas oleadas de fugitivos continuaron asentándose en territorio floridano, conviviendo estrechamente con las comunidades semínolas, el pueblo indígena local. Es en este contexto que el afroseminol empezó a germinar como la lengua principal de estos libertos.
La esclavitud en Estados Unidos y el asentamiento en México
Para inicios del siglo XIX, la situación de los afrosemínolas había cambiado. Si bien mantenían su alianza con los semínolas, el acoso de los esclavistas y el gobierno del recién independizado Estados Unidos, era constante. Con la incorporación del territorio de Florida a la Unión Americana, las autoridades nortemaricanas quisieron desintegrar a las poblaciones autóctonas, sobre todo los semínolas negros. Esto desataría las llamadas Guerras Semínolas (la primera de 1817 a 1818, y la segunda de 1835 a 1842).
Los afrosemínolas y los semínolas lucharon contra el ejército estadounidense en encarnizadas campañas. Después, los desplazamientos masivos de sus poblaciones hacia Oklahoma, así como el debilitamiento de la unión entre los antiguos esclavos y los indígenas, provocaría que para 1849, los primeros decidieran huir a México.
La razón por la cual los mascogos decidieron desplazarse a territorio nacional, obedeció sobre todo a que desde 1829, un decreto del presidente Vicente Guerrero había abolido por completo la esclavitud. Es así que en 1850 solicitaron asilo al gobierno mexicano. Éste les concedió territorios en el estado de Coahuila, donde establecieron definitivamente sus poblaciones. Allí nuevamente tendrían responsabilidades militares, teniendo como tarea rechazar incursiones armadas de apaches y texanos. De esta forma, la lengua afroseminola se asentó en el país.
Actualidad de los mascogos y el afroseminola
Si bien actualmente hay comunidades mascogas en Estados Unidos (en Texas y Oklahoma, donde siguen siendo llamados black seminoles), en México esta población continúa viviendo en territorio coahuilense, particularmente en Nacimiento de Mascogos, en el municipio de Múzquiz.
Los mascogos mexicanos luchan por conservar su cultura y tradiciones, las cuales son amenazadas sobre todo por los tiempos modernos y diversos avatares, entre ellos la migración y el predominio del español como lengua. La mayoría de ellos se identifica como parte de la tribu mascogo o la tribu de los negros mascogos. Actualmente, son los ancianos de estas poblaciones los que siguen conservando el habla del afroseminol.
El afroseminol como expresión cultural y religiosa
Las dos principales expresiones culturales del idioma afroseminol y del pueblo mascogo son el capeyuye y el Juneteenth Day.
El capeyuye es un conjunto de cantos a capela con temas religiosos que se acompañan con aplausos. En ellos se distingue la influencia de la canción de trabajo del negro rural norteamericano, así como el canto responsorial de raíz africana. El tono emocional de los cantos transita de lo festivo a lo nostálgico. Suelen entonarse en las festividades de diciembre y Año Nuevo, así como en los sepelios. En años recientes, se ha invitado a la comunidad a interpretarlos en festivales y eventos culturales a nivel municipal, estatal y nacional.
Actualmente estos cánticos se encuentran en grave peligro de desaparición, ya que en la comunidad mascoga ya solo hay entre 4 y 5 mujeres que los siguen interpretando. El resto de las personas únicamente las acompañan con las palmas.
Respecto al Juneteenth Day (Día de la Libertad o Emancipación), es la fiesta más importante de los mascogos. Se celebra cada 19 de junio, conmemorando que en ese día, pero en el año 1865, se abolió la esclavitud en Texas. Toda la comunidad participa en la organización de la fiesta. Para esta celebración, llegan parientes y amigos black seminoles de Brackettville, Estados Unidos.
En dicha fecha, las mujeres usan su vestimenta tradicional, la cual consiste en vestidos de puntos blancos, pañoleta y delantal. Tanto hombres como mujeres elaboran distintos platillos: soske (atole de maíz), tetapún (pan de camote), empanadas de calabaza, asado de puerco con chile colorado, pan de mortero, frijoles rancheros, ensalada de papa con huevo, arroz, ensalada de pollo, panecitos y cortadillo. Hay que mencionar que las palabras soske y tetapún son palabras en afroseminol, muestra inequívoca de que esta lengua lucha por sobrevivir.
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