El perfume que se respira en Atlixco

«Las maravillas hay que beberlas íntegras cuando están cerca». Ángeles Mastretta.

Una aventura multicolor y aromática  es lo que te espera en tierras atlixquenses, ciudad conocida por gozar de un clima consentidor para privilegio de sus habitantes y visitantes. Un poblado encantador con historia, tradición y folclor que ofrece actividades individuales y familiares, además de una vista sensacional al volcán Popocatépetl.

Atlixco, ubicado a dos horas y media de la Ciudad de México y a veinticinco minutos de la Ciudad de Puebla, te dejará fascinado al caminar por el Centro Histórico, la Plaza de Armas y el Palacio Municipal, este último edificio fue construido en el siglo XVII, destacando en su fachada el escudo de armas de la Villa de Carrión, fundado en 1579.

Una buena fecha para visitar este pueblo es la temporada de Día de Muertos ya que aquí se puede vivir rodeado de flores.

Teñido de naranja

Las fiestas de Día de Muertos se acercan y el valle de Atlixco recibe a sus invitados con un monumental tapete formado por más de cincuenta mil flores, sobresaliendo el cempasúchil, senecio, amaranto y coleo; elaboran figuras de calaveras, catrinas y pan de muerto, obra que también rinde homenaje a los productores, quienes son los principales creadores de flores de muerto en todo el país.

El tapete se exhibe del 28 de octubre al 19 de noviembre, adicionalmente, arman una ofrenda gigante de cartón y el 2 de noviembre se lleva al cabo el desfile de calaveras.

No dejes de visitar los viveros en la zona norte de la ciudad; en todo el valle hay producción de flor de muerto (terciopelo y cempasúchil), además de plantas, flores, palmeras, árboles ornamentales y frutales. Te quedarás enganchado en un espacio fresco y armonioso.

Observatorio alucinante

Te recomendamos que aproveches el viaje para conocer El Cerro de San Miguel, un sitio que cuenta con miradores donde puedes admirar los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Te recomiendo subir muy temprano o al caer la tarde para que los aprecies nítidamente y consigas imágenes espectaculares. Será un ejercicio formidable, el momento ideal para echar mano de tu condición física, pues se trata de una larga caminata y ascender incontables escalones para llegar a la cúspide del cerro.

En el trayecto encontrarás la Capilla de San Miguel, de construcción popular y pintoresca, sobresale una puerta enorme de madera y el frente amarillo combinado con blanco. Al interior un retablo neoclásico y el púlpito de piedra con apariencia muy añeja.

Durante el mes de septiembre es tradicional escuchar las mañanitas con altavoces desde la capilla. Cuenta la leyenda que el Arcángel San Miguel atrapó al diablo, quien rondaba la iglesia justo el día de la celebración, a modo de representar el episodio, construyen un demonio de madera en tono negro, lo colocan a los pies del Arcángel para después ser amarrado con una cadena viendo hacia la pared.

Sabores que conquistan

No te puedes ir sin probar la gastronomía de Atlixco, Pueblo Mágico que obtuvo tal nombramiento en septiembre del año pasado, es suculenta. Su platillo principal es la cecina, preparada artesanalmente, teniendo como características una textura suave, poca sal y color claro. 

Deja un hueco en el estómago y prueba los tlacoyos, hechos a base de maíz nixtamalizado, rellenos de frijol y acompañados de crema, queso y salsa; los pambazos elaborados al estilo Atlixco: pan liso o telera rellena de chorizo o longaniza, bañados en salsa de chile guajillo, combinada con chile ancho.

Otros sitios que no te debes perder

– Amatzcalli. Parque natural donde puedes practicar pesca deportiva y acampar.

– Museo de Arte Bonsai. Encontrarás más de cuarenta especies de árboles: ahuehuetes, arrayanes, bugambilias, casuarina, cerezo del Brasil, eugenia, ficus y palmas cicas.

José María Navarro