5 atractivos de Iztapalapa
Descubre los tesoros mejor guardados, es decir, los atractivos de Iztapalapa, la alcaldía más poblada de la CDMX.
En los atractivos de Iztapalapa emergen orgullosos los vestigios de su pasado: la zona arqueológica del cerro de la Estrella con sus cuevas que no tienen fin, el Museo del Fuego Nuevo, el Centro Comunitario Culhuacán con sus vestigios prehispánicos, los petroglifos del Cerro Chiquito, etc…
Te dejamos aquí algunas recomendaciones para que descubras los tesoros mejor guardados de esta zona de la ciudad, con las voces y rumores de los ancestros, de quienes dependía que el mundo no fuera destruido, es decir, devorado por los tzitzimimes, los monstruos del oeste.
1. Cerro de la Estrella
En este cerro que se yergue entre los lagos de Xochimilco y Texcoco, y cuyo nombre original es Huixachtécatl o Huizachtepétl, fue capital en el devenir de los pueblos de la cuenca del Valle de México.
Aquí se celebraba la ceremonia del Fuego Nuevo, que ocurría cada 52 años, justo en el día que coincidían los calendarios solar y ritual, y la finalidad era evitar que el sol muriera. Si a la medianoche de ese día la luz no brillaba en el Huixachtécatl, los tzitzimimes bajarían a devorar a la humanidad.
Desde aquí, los sacerdotes daban las antorchas encendidas a los corredores para que estos encendieran los candeleros de todos los templos de los pueblos de la cuenca.
Una vez encendido el Fuego Nuevo, todos los habitantes de los poblados renovaban todo, es decir, ropa, petates y menesteres del hogar en general.
El respeto por esta tradición milenaria en este lugar sagrado, tiene que ver con que este sitio haya sido escogido puntualmente para la escenificación de la Pasión de Cristo cada Semana Santa.
El sitio arqueológico se compone de dos grandes estructuras, un templo pirámide y una enorme terraza con una escalinata, también hay espacios ceremoniales y habitacionales.
Desde lo alto de la pirámide las vistas son espectaculares: se alcanza a ver a lo lejos el lago de Xochimilco y la sierra de Santa Catarina con sus volcanes.
En el lugar se pueden descubrir decenas de cuevas que se dice son muy profundas y peligrosas, por lo que no es conveniente introducirse a ellas sin un guía experto, y del mismo modo, se pueden encontrar ofrendas y símbolos religiosos en varios puntos del cerro.
2. Museo del Fuego Nuevo
Situado en las faldas del Cerro de la Estrella se encuentra este interesante museo donde se exhiben las piezas y vestigios hallados en el Cerro de la Estrella.
El recinto museístico que tiene forma piramidal consta de dos salas, en la primera se pueden ver reproducciones de códices y mapas de Culhuacán e Iztapalapa en la antigüedad (1580), un calendario prehispánico, etc.
En la segunda sala hay cerámicas, esculturas e incensarios mexicas, maquetas que explican la ceremonia del Fuego Nuevo, calendarios de celebraciones prehispánicas, petroglifos, etc.
Existe del mismo modo una escalinata que permite acceder a la cima del museo-pirámide que regala una vista espectacular de la zona.
3. Museo Cabeza de Juárez
En la avenida Guelatao s/n se encuentra este museo-monumento que es ya hoy un ícono de Iztapalapa.
Inaugurado en 1976, este recinto escultórico estuvo a cargo de los arquitectos Lorenzo Carrasco y Miguel Ramírez Bautista así como del escultor y muralista Luis Arenal.
La enorme cabeza de seis toneladas de peso fue construida con placas metálicas dotadas de una singular policromía, en el basamento que sostiene la cabeza hay murales abstractos y figurativos.
En el interior de la estructura existe un pequeño museo que ilustra la vida del Benemérito de las Américas, y en la explanada que está debajo de la cabeza suelen presentarse conciertos y obras de teatro de artistas locales.
4. Museo de las Culturas Pasión por Iztapalapa
En la calle de Ermita Iztapalapa número 100 se encuentra este museo inaugurado en el año 2012.
El recinto va llevando al visitante al íntimo acontecer de los iztapalapeños: fotografías, instalaciones, gráfica y documentos acercan al observador al pasado y presente de Iztapalapa, orígenes, sincretismos, dilemas y transformaciones de la región más poblada de nuestra ciudad.
En sus salas de exhibición destacan los acervos históricos-culturales, un espléndido mural sobre la ceremonia del Fuego Nuevo, y siguiendo por los laberínticos pasillos se llega a la sala de La Pasión, donde se exhiben imágenes de La Pasión de Cristo, tradición que en Iztapalapa lleva más de 170 años realizándose.
Desde este lugar se alcanzan a ver las tres cruces del Cerro de la Estrella, donde justamente se celebra este ritual que es sin duda todo un símbolo para los iztapalapeños.
5. Antiguo Convento de San Juan Evangelista y Centro Comunitario Culhuacán
Este antiguo Exconvento agustino fue erigido en 1607, y se haya en las faldas del Cerro de la Estrella, en Culhuacán, que en náhuatl quiere decir “lugar de los ancestros”.
El convento es una joya arquitectónica: sus muros son de roca volcánica, y en el interior destacan poderosamente los delicados frescos y temples realizados por los indígenas de la zona, es decir los culhuas, con pasajes de la vida de Cristo, santos y frailes.
Son notables también su magnífica puerta de madera, su impresionante cementerio, los muros enormes de lo que fuera un molino de papel,y en el atrio destaca un cuerpo de agua que es un manantial que en algún momento formó parte de la red hidráulica que comunicaban a Culhuacán con la Gran Tenochtitlán.
En este espacio destacan actualmente varios alebrijes gigantes que están distribuidos alrededor del atrio.
Una vez visitado todo este majestuoso conjunto arquitectónico resulta imperdible la visita del museo del sitio, en sus seis salas se descubren:
- deidades en barro,
- mascarones,
- incensarios,
- tesoros coloniales que pertenecieron al templo (libros, retablos, la base del púlpito que estaba en la iglesia original, etc…)
Breve historia de Iztapalapa
Iztapalapa es la alcaldía más poblada de la Ciudad de México con sus casi dos millones de habitantes.
Con profundas raíces prehispánicas y religiosas, esta demarcación oriental en las llanuras lacustres del lago de Texcoco, tiene su historia grabada en cada uno de sus rincones urbanos.
Desde el cerro de la Estrella, que era el lugar del Fuego Nuevo, es decir, donde se llevaban a cabo los rituales de renovación, se alcanza a ver la sierra de Santa Catarina con sus cinco volcanes, justo en sus límites con Tláhuac.
La antigua Iztapallapan era habitada por los culhuas hace 9,000 años, y luego vinieron los teotihuacanos, que se establecieron al norte del cerro de la Estrella, y después, en estas llanuras se fundó Culhuacán ya en el siglo VII de nuestra era, que fue una comunidad que creció con la diáspora que se originó con el declive de Teotihuacán.
Cuando llegaron los españoles, Iztapallapan era gobernada por Cuitláhuac, hermano de Moctezuma, sí, el mismo que derrotó a los invasores españoles en la batalla de la Noche Triste.
Finalmente, con la caída de Tenochtitlán, Iztapallapan fue irremisiblemente destruida, y se vino la “noche de los tiempos”.
En fin, Iztapalapa es una visita obligada para quien esté interesado en conocer la ciudad, sus fuertes raíces y su rico acervo cultural sorprenden y atrapan al más conspicuo viajero.
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