Bandas de viento de Oaxaca, música popular que engalana las fiestas comunales
De raíces prehispánicas, las bandas de viento de Oaxaca son una tradición que además de dar identidad, hermanan a los pueblos indígenas del estado
Un pueblo sin banda de música es un pueblo sin alma”.
Dicho popula
De acuerdo con el especialista en etnomusicología, Julio Herrera López, las agrupaciones de música tradicional mexicana deben su origen al periodo mesoamericano, cuando los pueblos originarios acompañaron con idiófonos, membranófonos y aerófonos sus ceremonias y festividades. Siglos después, las bandas de viento de Oaxaca mantendrían viva esta tradición ancestral.
Las bandas de viento de Oaxaca, un viaje por la historia de México
Luego, en el periodo novohispano inició la formación de bandas indígenas y españolas que incorporaron trompetas, tambores, violas, arpas, fagots, oboes y otros instrumentos traídos del viejo continente.
Igualmente, fue la iglesia católica quien se dedicó a enseñar los géneros musicales europeos y también capacitó en la fabricación y el uso de los instrumentos; todo con la finalidad de contar con músicos para acompañar sus eventos religiosos y festividades.
Historia de la música en la Nueva España
Más tarde, en el porfiriato, se destinaron recursos públicos para financiar a las bandas militares en el conservatorio y también para la instrucción musical pública. En esa época, Oaxaca experimentó un importante auge de esta disciplina, iniciando así la historia de las bandas musicales como las conocemos hoy, sobre todo entre los mixes oaxaqueños.
La melomanía de los oaxaqueños
Entre sus ocho regiones y 571 municipios, muchas bandas de viento dan cuenta de la identidad e historia de las comunidades oaxaqueñas. En la sierra mixe por ejemplo, se estima que cada poblado cuenta con, por lo menos, una agrupación de viento tradicional.
Por ello, Oaxaca es considerado uno de los estados con mayor tradición, instrucción y grupos de músicos de viento de alto nivel; y es común que en las agrupaciones profesionales nacionales abunden músicos de este estado.
Y es que las bandas musicales, además de generar cohesión entre las comunidades, tocando a todo pulmón en las fiestas municipales, también custodian sus emblemas culturales. De igual forma, son prolíficos compositores de sones, jarabes, fandangos, chilenas, zapateados, marchas, valses, boleros, peteneras, mazurcas y swings o pasos dobles.
La instrucción formal de las bandas de viento de Oaxaca
Esta tradición musical ha sido afianzada gracias a dos escuelas de música: el Taller de Música del Centro de Integración Social Nº 8, ubicado en San Bartolomé Zoogocho, en la región Sierra norte; y el Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe CECAM, ubicado en Santa María Tlahuitoltepec, en la Sierra mixe.
Las dos instituciones han sido, por más de cuatro décadas, semilleros de maestros de música, quienes al concluir sus estudios son acogidos por diferentes comunidades.
Finalmente hay que mencionar a la Banda de Música del Estado de Oaxaca, con más de 150 años de historia, ha representado con gran orgullo a nuestro país en diversos festivales internacionales y gracias a su excelencia hoy es considerada el máximo referente de las bandas tradicionales mexicanas.
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