Las bolsas de mandado de vinipiel, las que usan nuestras abuelas
En los mercados locales, donde los vendedores ofrecen productos frescos y de calidad, las bolsas de mandado son la mejor opción.
En un rincón de la memoria colectiva y de las cocinas de México, las bolsas de mandado de vinipiel ocupan un lugar especial. Para muchos de nosotros, estas bolsas son un símbolo de tradición y cultura popular.
Estas piezas, que se pueden encontrar en carnicerías, panaderías y mercados a lo largo y ancho del país representan una parte esencial de la experiencia de compra diaria en México.
Un vistazo al pasado
Las bolsas de mandado de vinipiel, a menudo con sus distintivos patrones coloridos y estampados florales o geométricos, evocan una época en la que ir al mercado local era un ritual familiar.
Durante las décadas de 1970 y 1980, estas bolsas se convirtieron en una parte esencial de la vida cotidiana. Hechas de un material sintético resistente y flexible, su diseño robusto y su capacidad para soportar grandes pesos las hicieron ideales para llevar una variedad de productos frescos del mercado.
Seguro muchos de nosotros recordamos esas bolsas con las que nos mandaban por las tortillas a la hora de la comida. Ya fuera en casa de la abuelita o de alguna de las tías de la familia.
En aquellos tiempos, las bolsas de plástico desechables eran poco comunes. De hecho, las compras se realizaban en el mercado local, donde cada comerciante conocía a sus clientes por nombre.
Las bolsas de vinipiel eran el medio perfecto para transportar desde frutas y verduras hasta carne fresca y pan.
Bolsas de mandado: ícono de la cultura popular
La popularidad de las bolsas de mandado de vinipiel no solo radica en su funcionalidad, sino también en su valor cultural y estético. Con diseños que varían desde patrones tradicionales hasta imágenes contemporáneas, cada bolsa cuenta una historia.
Por ello, en un país tan diverso como México, estas bolsas reflejan la rica herencia cultural y las tradiciones regionales. Muchos de nosotros recordaremos cómo nuestras abuelas y madres las usaban religiosamente.
Incluso hoy en día, estas bolsas son un testimonio de la creatividad mexicana. En las ferias y mercados, es común encontrar a vendedores ofreciendo una variedad de estilos y colores.
De hecho, hay ocasiones especiales en las que los comerciantes hacen entrega de estas bolsas a sus clientes. Por ejemplo, cuando cumplen años o en celebraciones como el Día de la Virgen María, Navidad, Año Nuevo.
Los diseños van serigrafiados y variados. Por lo regular tienen el nombre del comercio: panadería, tortillería, verdulería, carnicería, entre otros. Algún logotipo que refleje el giro del negocio, la dirección y el teléfono.
En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad, las bolsas de mandado de vinipiel representan una alternativa duradera y reutilizable frente a las bolsas de plástico desechables.
A pesar de la modernización y la llegada de nuevas tecnologías y materiales, estas bolsas han mantenido su relevancia. Muchos mexicanos continúan prefiriéndolas por su resistencia y su capacidad para llevar grandes cargas sin deteriorarse.