Braniff, el joven adinerado que inició la aviación en México
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Braniff, el joven adinerado que inició la aviación en México

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Alberto Braniff fue el primero en volar un avión en México y América Latina. Lo logró tras enamorarse de los aviones en París y persistir hasta lograr elevar un Voisin un inolvidable 8 de enero de 1910

El 7 de diciembre de 1909 el primer avión que surcaría los cielos mexicanos llegó desmembrado y empaquetado en cajas al puerto de Veracruz. Se trataba de un Voisin que más que aeroplano parecía un frágil papalote cúbico.

Aquel esqueleto lo había mandado a traer desde Francia un adinerado joven mexicano de bigote alacranado de nombre Alberto Braniff quien era adicto a toda aquella actividad deportiva que ofreciera triunfos contundentes o derrotas trágicas, como el automovilismo o el toreo.  

El aeroplano que acababa de llegar a territorio nacional fue montado en  tren para que fuera llevado hasta los llanos de la Hacienda de Balbuena en la Ciudad de México, el joven sportman se lo había comprado personalmente a los hermanos Charles y Gabriel Voisin, quienes tan solo cuatro años antes habían empezado a fabricar aviones en sus talleres de Boulogne-Billancourt, Francia.

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Fue en ese país en donde los meses atrás el deseo de volar se había adueñado de la voluntad de Alberto Braniff cuando vacacionaba con su familia en Biarritz y quedó asombrado cuando vio pasar  por el cielo un avión, a la que  persiguió hasta que tocara tierra.  

Una vez que le dio alcance supo que quien pilotaba aquel avión era ni más ni menos que Maurice Tabuteau, un pionero de la aviación también hijo de una familia adinerada francesa, a quien Braniff convenció para que lo llevase a dar un paseo en su aeronave, y así fue.

Para el mexicano aquella experiencia resultó asombrosa, así que se dirigió a París para incursionar en el recién inaugurado mundo de la aviación practicando en los campos de Issy Les Molineux en un avión de la marca Voisin, luego se animaría a comprar uno igual a los hermanos Vosin, el cual le fue empaquetado y enviado a México a bordo del buque La Navarré.


Las fotografías del Archivo Casasola muestran a una veintena de hombres llevando las cajas con las partes del Voisin Serie 13  de combustión interna ENV y 60 caballos de fuerza a los llanos de la Hacienda de Balbuena, propiedad de la familia Braniff, predio que de manera previa zapeadores del ejército habían nivelado para que el avión pudiera quizá despegar y aterrizar.

El lugar también contaba con un improvisado hangar de madera y lámina para guarecer al avión que empezó a ser ensamblado el 15 de diciembre de 1909, día en que al chasís le fueron agregadas las alas.

Para el 24 de ese mes Braniff y su Voisin, al que había nombrado como “Ciudad de México”, intentaron asirse al aire sin lograrlo, decepcionando a las decenas de personas que se habían congregado en aquellos terrenos para ser testigos de la proeza.

 

Los fracasos continuaron hasta el 28 de diciembre, en ese día empezó a hablarse de que la razón por la que no despegaba se debía a la falta de potencia necesaria en el motor. Pero Alberto Braniff, hijo de Thomas Braniff,  hombre de negocios que llegó a México para diseñar y construir las primeras rutas del ferrocarril, no había sido educado para fracasar así que se le ocurrió que la falta de potencia en la máquina podría resolverse mejorando el combustible.

Solicitó a la Compañía Mexicana de Petróleos “El Águila” una mezcla enriquecida de gasolina, una vez con el combustible en el tanque del Voisin, Braniff se dispuso a hacer una prueba más el 8 de enero de 1910, las hélices se encendieron y el avión “Ciudad de México” se elevó 25 metros y recorrió una inolvidable distancia de 500 metros, la aviación en México había iniciado.

Referencias:

Braniff

Historia de la aviación en México

Inicios de la aviación en México

aviacionavionesciudad de mexicoEscuadrón 201
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