Calaveritas, el símbolo mexicano del Día de Muertos
Conoce a las calaveritas y las diferentes maneras en las que se manifiestan dentro de la cultura mexicana para Día de Muertos.
Las calaveritas son la representación clásica del Día de Muertos en México, junto con la flor de cempasúchil, los altares y las ofrendas, pero no son simples chachalacas; son la ilustración viva de cómo imaginamos a nuestros seres queridos en la otra vida ¡Descubre los muchos significados que tienen las calaveras en Día de Muertos y por qué son tan importantes dentro de nuestra cultura!
El Día de Muertos es una de las más antiguas e importantes tradiciones del pueblo de México y las calaveritas, son de las más icónicas representaciones de esta especial celebración.
Junto a la flor de cempasúchil, los bellos altares y los elementos tradicionales que los conforman, las calaveras son las imágenes que todo el mundo tiene en la cabeza cuando se piensa en el Día de Muertos.
Sin embargo, existen muchos tipos de calaveritas y muchos contextos en los que la representación universal de la muerte adopta un nuevo significado, todos relacionados al Día de los Muertos y la forma en la que las culturas indígenas de México veían a la muerte; aceptándola como parte fundamental del camino hacia la eternidad.
Pero ¿Qué son las calaveritas? ¿Cuántos tipos de calaveritas existen? ¿Por qué son importantes las calaveritas en Día de Muertos? la respuesta a estas y otras preguntas acerca de las calaveras y el Día de los Muertos, a continuación.
Calaveritas de azúcar, los dulces de Día de Muertos
Una de las representaciones de las calaveritas durante la temporada de finados son las calaveras de azúcar; un dulce clásico de Día de Muertos que se adornan de muchas diferentes maneras y colores.
Tradicionalmente, una calaverita de azúcar va acompañada del nombre para quien va dirigida en caso de ser un delicioso regalo o bien, el nombre de quien se la quiere comer.
Las calaveritas de azúcar están hechas de alfeñique, una confitura originaria de España, cuya técnica para manejarla muy probablemente fue adoptada de la tradición árabe.
En México, la técnica de fabricar dulces a base de alfeñique de España se unió con la tradición de celebrar a los muertos que ambos pueblos tenían. Ese es uno de los probables orígenes de las calaveritas de azúcar que conocemos hoy en día.
Estas no son el único tipo de calaveritas dulces que existen, pues también hay de chocolate, además de la infinidad de dulces también conocidos como “camotitos” y muchas otras delicias dulces que se ponen en el altar, especialmente para el día en el que se festeja la llegada de las ánimas de los niños.
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Cuando se ponen calaveritas de azúcar en el altar de muertos, se acostumbra ponerla junto a la fotografía del pariente al que representa. Si se desea se puede añadir una de las calaveritas de las que te platicamos a continuación.
Calaveritas literarias
Este tipo de calaveritas son pequeños poemas que buscan hablar un poco acerca de algún familiar; amigo o famoso que se nos adelantó en el camino. Las calaveritas literarias se escriben en rima y buscan resaltar alguna particularidad específica del protagonista.
Por lo general, las calaveritas literarias vinculan al protagonista con la muerte y es esa seña particular del personaje principal es la que detona algún tipo de interacción con La Huesuda, que germina en una situación graciosa con un final dulce o agridulce; en el que comúnmente uno se salva o cae en las manos de la que te lleva a mejor vida.
Se cree que estas calaveritas tienen su origen a finales de los 1700, en uno de los textos más escandalosos de la época novohispana llamado “La portentosa vida de la Muerte” de Fray Joaquín Bolaños; considerada una lectura vital para entender a la muerte y su estética en el Nuevo Mundo.
Las calaveras literarias se convirtieron en una realidad durante la época virreinal, a mediados del siglo XIX. Estas primeras calaveritas eran una burla a la alta sociedad y su pretensión por copiar a las élites europeas. Tuvieron su inspiración en los epitafios de los burgueses.
Curiosamente, fue también durante el siglo XIX que la caricatura sátira tuvo su auge con los maestros Constantino Escalante, Alzate, Santiago Hernández y Manuel Manilla; quienes criticaron de manera contundente y muy graciosa los gobiernos de Lerdo de Tejada, Benito Juárez y Porfirio Díaz.
Las calaveritas literarias siguieron siendo un éxito a inicios de los 1900, gracias en buena parte al grabador José Guadalupe Posada; cuya famosa Calavera Garbancera acompaña un sin fin de duras críticas de corte político de la época.
Hoy en día, la tradición de escribir/dedicar calaveritas literarias se va perdiendo, pero gracias a las costumbres y tradiciones del pueblo mexicano; todavía se habla de ellas y existe la esperanza de que la inspiración de escribir una llegue a ti, como el olor del cempasúchil en Días de Muertos.
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Calaveritas decoradas
Hablando de José Guadalupe Posada y sus calaveras, la más famosa es la Calavera Garbancera, una ilustración que se convirtió en uno de los símbolos de Día de Muertos más reconocidos a nivel internacional; todo un ícono de esta importantísima fiesta mexicana.
Fue gracias a maestros de la ilustración que la colorida y festiva imagen de las calaveritas se hicieron populares; y se agregaron a los elementos que adornan los altares, además de adoptar diferentes presentaciones como ilustraciones, papel maché, etc.
En tiempos recientes, las calaveritas decoradas también son parte del imaginario mexicano de Día de Muertos y la forma en la que nos gusta pensar que nuestros seres queridos llegan para festejar una temporada más con nosotros.
