Capsaicina: el secreto detrás del picor del chile y sus beneficios

Descubre qué es la capsaicina, el compuesto que hace picar al chile, y cómo sus propiedades pueden beneficiar tu salud de formas sorprendentes.
Si hay algo que distingue a la gastronomía mexicana, es el uso del chile en prácticamente todos sus platillos. Su sabor y picor forman parte de la identidad culinaria del país. Pero, ¿qué hace que el chile pique? La respuesta está en la capsaicina, un compuesto químico que no solo despierta el paladar, sino que también ofrece beneficios para la salud.
¿Qué es la capsaicina y por qué el chile pica?
El picor del chile no es un sabor en sí mismo, sino una sensación de ardor provocada por la capsaicina, un compuesto que se adhiere a los receptores nerviosos de la lengua y genera una señal de «quemadura» en el cerebro. Este mecanismo forma parte del sistema de defensa del chile, evitando que mamíferos e insectos lo consuman.
A pesar de esto, las aves pueden comer chiles sin sentir el ardor, ya que no poseen los mismos receptores del dolor que los mamíferos. Gracias a ellas, las semillas de los chiles se diseminan sin ser digeridas, permitiendo su propagación en la naturaleza.
¿Dónde se encuentra la capsaicina en el chile?
Contrario a lo que muchos piensan, las semillas del chile no son las responsables del picor. La mayor concentración de capsaicina se encuentra en la placenta, la membrana blanquecina en el interior del fruto, comúnmente conocida como “las venas del chile”. Cuando se quiere reducir su intensidad en un platillo, lo mejor es desvenarlo en lugar de retirar solo las semillas.
La cantidad de capsaicina varía según la especie y variedad del chile. Algunos apenas generan un ligero cosquilleo, mientras que otros pueden provocar una sensación de ardor extrema.
Tipos de chile y su nivel de capsaicina
Los chiles pertenecen al género Capsicum y se dividen en cuatro especies principales:
- Capsicum annuum: Incluye chiles poblanos, serranos, jalapeños y piquines. Es la especie más común en México y América Central.
- Capsicum chinense: Aquí se encuentra el chile habanero, uno de los más picantes del mundo.
- Capsicum frutescens: Contiene el chile tabasco, utilizado en salsas picantes comerciales.
- Capsicum pubescens: Incluye el chile manzano, caracterizado por su piel gruesa y semillas negras.
El nivel de picor de cada chile se mide con la escala de Scoville, que clasifica la concentración de capsaicina en unidades de picor. Por ejemplo, el habanero puede alcanzar hasta 350,000 unidades Scoville, mientras que un jalapeño apenas ronda las 8,000.
Beneficios de la capsaicina para la salud
Además de su función como defensa natural de la planta, la capsaicina tiene propiedades medicinales. Estudios científicos han demostrado que su consumo regular puede tener efectos positivos en la salud, entre ellos:
- Propiedades antiinflamatorias y analgésicas: La capsaicina se usa en cremas y ungüentos para aliviar dolores musculares y articulares.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: Su alto contenido de vitamina C y antioxidantes ayuda a prevenir enfermedades y fortalece las defensas del cuerpo.
- Mejora de la circulación sanguínea: Comer chile de manera regular favorece el flujo sanguíneo y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Efecto termogénico: Aumenta la temperatura corporal y acelera el metabolismo, lo que puede contribuir a la pérdida de peso.
- Reducción del riesgo de enfermedades: Investigaciones sugieren que el consumo frecuente de chile puede disminuir la mortalidad prematura en hasta un 13%.
El chile en la cultura mexicana
Más allá de su sabor y beneficios, el chile es un símbolo cultural en México. Desde tiempos prehispánicos, ha sido un ingrediente esencial en la dieta y en las tradiciones del país. Su uso en salsas, moles y platillos icónicos refleja el ingenio culinario de los mexicanos, quienes han aprendido a aprovechar sus distintos niveles de picor y sabor.
Ya sea en un mole, en una salsa tatemada o en unos tacos al pastor, el chile con su capsaicina no solo despierta los sentidos, sino que también nos conecta con siglos de historia y tradición.