Cuando Centroamérica formó parte de México; el país terminaba en Costa Rica
En el siglo XIX y por breve tiempo, Centroamérica fue parte del territorio nacional bajo el mando del emperador Agustín de Iturbide
Un año después de la proclamación de la Independencia de México en 1821, cuando el virrey O’Donojú celebró con Agustín de Iturbide el Tratado de Córdoba que reconocía el Plan de Iguala; Iturbide se coronó emperador de México en 1822 con la venia de varios obispos, como el de Puebla, Durango y Oaxaca.
En ese contexto y según lo documenta Mario Vázquez Olivera, autor del libro El Imperio Mexicano y el Reino de Guatemala. Proyecto político y campaña militar, 1821-1823, Iturbide, aún antes de ser coronado, había enviado en 1821, cartas a las distintas provincias que formaban el Reino de Guatemala, exhortándolas a unirse al imperio mexicano con el argumento de no sucumbir como naciones recién independizadas de la Corona española.
El Reino de Guatemala y sus territorios de Centroamérica
Cabe señalar que el Reino de Guatemala, también conocido como Capitanía General de Guatemala, si bien pertenecía al Imperio español, era independiente del Virreinato de la Nueva España (ahora México) y estaba formado por varias provincias: Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, además del estado mexicano de Chiapas.
Respuesta de las provincias
Según los historiadores, no hubo una respuesta unánime de las provincias en sentido positivo o negativo ante el exhorto de Iturbide. Se sabe que Chiapas, Honduras y Nicaragua firmaron acuerdos bilaterales para adherirse al Imperio mexicano.
En cambio, las autoridades del Reino de Guatemala dudaron por un tiempo pero acabaron cediendo y se unieron al proyecto de Iturbide. Incluso, según el historiador de la UNAM, Alfredo Ávila, las provincias llegaron a mandar diputados al congreso constituyente mexicano.
En contraste, El Salvador se opuso desde el inicio a formar parte de la iniciativa de Iturbide pues su mala relación con el Reino de Guatemala era de todos conocida. Desafortunadamente, esta provincia fue anexada por la fuerza, obligada gracias a la presencia de las tropas guatemaltecas y las de Iturbide.
Un imperio efímero entre México y Centroamérica
A pesar de que el Imperio de Iturbide había logrado unificar un vasto territorio, éste no duró mucho pues como sabemos, en 1823 abdicó al poder y abandonó el país rumbo a Europa con su esposa y sus dos hijos. Un año más tarde, en 1824, regresó con su familia para ser fusilado en lo que hoy es el estado de Tamaulipas. De la unificación con Centroamérica solo quedó como parte del territorio mexicano el estado de Chiapas.
Finalmente, la caída del imperio llevaría a la creación de la República Federal de Centroamérica o federación centroamericana en 1824; formada por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, aunque esta nación se disolvió en 1841.