Cocodrilos en Chinchorro, una experiencia alucinante - México Desconocido
Buscador
Ver revista digital
Descubre Destinos

Cocodrilos en Chinchorro, una experiencia alucinante

Quintana Roo
Cocodrilo
© Jorge de la Madrid

Estar a una distancia tan corta de una especie tan imponente no es cualquier cosa. Aquí la crónica del encuentro de Jorge de la Madrid con cocodrilos americanos en Banco Chinchorro, Quintana Roo

El cocodrilo americano (Crocodylus acutus) habita prácticamente en todo nuestro continente, a lo largo del océano Pacífico desde México hasta Perú y del lado del océano Atlántico, desde la Florida hasta Venezuela.

Características del cocodrilo americano

Esta especie alcanza los cinco metros de longitud y los 500 kilogramos de peso. Están provistos de una potente mandíbula que ejerce presión a razón de 270 kg/cm2, solamente por debajo del cocodrilo del Nilo y del gran tiburón blanco.

Poseen una potente cola que les permite desplazarse a gran velocidad, debido a lo desarrollado de su metabolismo pueden pasar un largo tiempo sin alimento y permanecer debajo del agua hasta por dos horas.

¡Descubre el México Auténtico a través de nuestro podcast!

Su naturaleza es sumamente agresiva, son tremendamente territoriales y no dudan en atacar a los humanos al sentirse invadidos o amenazados, en realidad son un animal fascinante de mucho respeto con los cuales debemos interactuar con mucha precaución.

cocodrilos en Chinchorro
Jorge de la Madrid por Roberto Fuentes
cocodrilos en Chinchorro

Dónde encontrar al cocodrilo americano

Por ello, me di a la tarea de buscar algún lugar en donde pudiera aprender, disfrutar y convivir con estos maravillosos seres. Encontré que en Banco Chinchorro, Quintana Roo, se puede realizar la actividad con esnórquel con ellos, lo cual forma parte de un México Desconocido.

Recomiendo ir con XTC Dive Center, quien cuenta con alojamiento, buenos planes de buceo y la logística necesaria para ir a Banco Chinchorro.

Banco Chinchorro

Es una barrera de arrecifes de coral que forma parte de la reserva de arrecifes de México que se encuentra a 24 kilómetros en dirección este a la altura de Chetumal.

Se trata del mayor atolón en nuestro país y el segundo más grande del mundo, con una extensión de 45 kilómetros de largo por 28 kilómetros de ancho. Solamente tres porciones del atolón sobresalen del Caribe formando pequeñas islas: Cayo Lobos, Cayo Norte y Cayo Centro.

En medio de Cayo Centro se encuentran manglares en donde se estima habita una población de al menos 500 cocodrilos americanos; machos, hembras, crías, todos por igual conviven y se alimentan ahí y ocasionalmente salen al mar en búsqueda de nuevos territorios y de comida.

La experiencia

Realizamos el viaje a Chetumal, de ahí un trayecto en carretera hasta Xcalac, un poblado con unos paisajes maravillosos y con grandes lugares para practicar el buceo.

Ahí tomamos una embarcación que nos llevó a Cayo Centro, en donde vive la gran concentración de cocodrilos. En todo el perímetro del manglar hay palafitos que utilizan los pescadores, uno de ellos fue nuestro hogar por tres días.

Sin duda, esta es una experiencia única, no apta para aquellos que buscan la comodidad de agua caliente y una cama, pero sí ideal para quienes disfrutamos lo que sea, con tal de estar en contacto con la vida salvaje.

Recomendaciones para la interacción con los cocodrilos

La interacción con los cocodrilos requiere de tres factores clave:

Se debe realizar en agua clara, para lograrlo se utilizan cañas de pescar con pez león como carnada, con la intención de que salgan del manglar y se ubiquen cerca del palafito, donde hay agua clara y un arenal en donde podemos realizar los encuentros.

• El segundo factor es que solo estén en el agua tres personas; una de ellas será el guía que con un palo de madera robusto cuida que el cocodrilo no se acerque demasiado; obviamente, no le hace ningún daño, solo lo empuja en caso de que se dirija hacia cualquiera de las otras dos personas.

• El tercer factor es siempre tener contacto visual con ellos; los cocodrilos observan, observan y observan hasta que encuentran una ventana de oportunidad con el fin de que el ataque resulte exitoso; por eso es fundamental no perderlos de vista.

El encuentro

Una vez dentro del agua, podemos admirar el tamaño, la fuerza y la grandeza de estos dinosaurios vivientes.

Son animales cazadores por naturaleza; a diferencia de encuentros con tiburones, con los cocodrilos en todo momento se percibe que a la menor oportunidad pudieran interesarse en nosotros, a pesar de que están ahí intentando agarrar la carnada que se les ofrece.

Tuve la fortuna de estar en contacto con un enorme macho de más de 4 metros y con una hembra de unos 3 metros; su comportamiento fue totalmente diferente: el macho era más cauto en sus embestidas, se enfocaba en el alimento.

En cambio, la hembra se mostró sumamente territorial y mucho más agresiva. Yo tenía en mi cámara compacta un bastón expandible con el cual podría realizar tomas a escasos centímetros de ella y al menor movimiento intentaba morderla, tanto que en más de cinco ocasiones la sujetó y sacudió como si fuera un pedazo de pescado; afortunadamente no la rompió y pude obtener las imágenes.

En un par de ocasiones, permitimos que bajara al arenal muy cerca de nosotros, mientras que el experto la guiaba con el palo de madera que comenté para que pudiéramos admirar en lo que nos rodeaba.

Respeto y admiración

Sin duda, es uno de los depredadores más eficientes que existen, una de las especies con la que he tenido la fortuna de estar que más me ha impactado por su agresividad.

Ni con los grandes tiburones, las orcas o grandes felinos he sentido que nos estén cazando en todo momento, pero acaso ¿tenemos que culparlos?, obviamente no, así es su naturaleza, su instinto, el cual les ha permitido sobrevivir por más de 200 millones de años.

Actividades como la que realizamos nos permite conocerlos y entenderlos de una mejor manera, concientizarnos de su importancia en la cadena alimenticia en sus diversos hábitats y sobre todo aprender a respetarlos.

Así que, los invito a que la próxima vez que vean un cocodrilo, no sientan temor, sino admiración por una especie que seguramente, si se lo permitimos, continuará dominando ríos, lagos, esteros y mares por millones de años más.

Quizá te interese leer sobre los Tiburones de México

autor Amante de la naturaleza, en especial de los grandes depredadores y muy en particular de los tiburones, su Nick name “Shark Diver”.
Comentarios