Coyolatl, 7 kilómetros bajo tierra - México Desconocido
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Coyolatl, 7 kilómetros bajo tierra

Puebla
Coyolatl, 7 kilómetros bajo tierra fifu

Después de 21 años de haber encontrado la resurgencia Coyolatl, ubicada en la Sierra Negra, en el sur del estado de Puebla, y haberle explorado muchos kilómetros, el GSAB (Grupo Espeleológico Alpino Belga) soñaba con descubrir un resumidero y realizar una travesía en esa zona. Y así fue.

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Generalmente cuando se visita una cueva, se entra y se sale por el mismo lugar, es decir, que usualmente sólo tienen un acceso. Pero las hay muy especiales, en las que se puede entrar por arriba conocido como el resumidero y salir por abajo, llamada la resurgencia. A estas cuevas se les conoce como “travesías”.

En 1985 exploraron varias resurgencias en la parte baja de la montaña, pero una en especial era muy grande, la entrada era de 80 metros de altura y las aguas daban nacimiento al río Coyolapa, le llamaron Coyolatl (agua de coyote). En cinco semanas topografiaron más de 19 kilómetros de pasajes río arriba, dentro de la montaña, alcanzando el punto más alto a + 240 metros, en las partes más lejanas y recónditas de la cueva. Para llegar a ellas, montaron un campamento subterráneo a 5 kilómetros de la entrada, durante cuatro días. Ahí se dejaron algunas escaladas muy difíciles y muy lejanas dentro de la cueva, haciéndoles pensar a los exploradores que en la parte alta de la sierra deberían estar las entradas de las cuevas para llegar a dichas escaladas, ahí surgió el sueño de que Coyolatl debería ser una travesía. En 21 años de exploraciones encontraron muchas cuevas significativas.

Entrada por la Cueva de la Esperanza
Al final de la expedición de 2003, un grupo llegó a la entrada de una cueva de 20 metros de alto por 25 de ancho, caminaron 150 metros por una galería que se fue angostando poco a poco hasta convertirse en un meandro que terminaba en una pequeña sala. Aparentemente no continuaba, pero una pequeña ventana a  3 metros de altura se quedó sin explorar por falta de tiempo, a la que le llamaron La Cueva de la Esperanza o el TZ-57.

Para la expedición de 2005 encontraron nuevas cuevas que fueron exploradas en  su mayoría, pero en especial, una de ellas estaba en su mente. A una hora de caminata del campo base está la entrada del TZ-57, bajaron dos tiros cortos hasta un tiro de 60 metros, llegaron a un gran salón y entre algunos bloques siguió la cueva y la exploración. Una serie de meandros, travesías, desescaladas y pozos entre 10 y 30 metros de caída dieron paso a los espeleólogos, una corriente de aire impulsaba a seguir colocando las cuerdas en cada pozo.

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Al llegar a un tiro, arrojaron una piedra que tardó varios segundos en alcanzar el piso. “Más de 80 metros sí tiene”, dijo uno. “¡Pues a descenderlo!”, dijo otro.

Una instalación muy técnica de las cuerdas dio inicio al descenso, ya que tenían que ser evitadas una gran cantidad de piedras y lajas que se encontraban en la cabecera del pozo. Abajo, una galería dio paso al último tiro de 20 metros que los condujo a un pozo ciego (sin salida aparente). Fue necesario escalar 20 metros para salir de ese pozo y llegar a otra galería de 25 metros de ancho por 25 metros de alto. Varios viajes de armado y exploración fueron necesarios hasta este punto.

Así, ese año se dejaron varias incógnitas, como un pozo de 20 metros que no descendieron y algunas galerías ascendentes dentro de TZ-57.

Otro enigma resuelto
En 2006, espeleólogos de tres países se dieron cita una vez más en la Sierra Negra para regresar a las partes desconocidas que se habían dejado el año pasado. Uno de los enigmas que más intrigaba era el tiro de 20 metros que no se había bajado. Se sabía que estaban a tan sólo 20 metros de hacer una conexión histórica entre dos cuevas. Dos de los exploradores que habían estado en la exploración de Coyolatl, en 1985, colocaron la cuerda, bajaron a un pasaje con agua que no reconocieron de primera instancia y dudaban que estuvieran en algún lugar conocido de Coyolatl. Fue necesario caminar una hora en esta nueva galería hasta que encontraron una envoltura de chocolate dejado por ellos mismos como punto de estación de topografía hace 21 años. Esto significaba que desde que bajaron el tiro de 20 metros estaban en una de las partes más remotas de Coyolatl y no lo recordaban.

Días después, ocho espeleólogos alistaron todo el material necesario para atravesar la tierra y ser los primeros exploradores en realizar dicha travesía. Recorrieron todo el TZ-57 y una vez en Coyolatl, quedaron atónitos al ver las inmensas galerías de hasta 40 o 50 metros de alto y la corriente del agua del río principal.

Diez horas tardaron en hacer todo el recorrido, desde la entrada del TZ-57, ubicada a 1,000 msnm, hasta la salida  en Coyolatl, ubicada a una altura de 380 msnm. Esto quiere decir que la travesía en total tiene 620 metros de desnivel y 7 kilómetros de recorrido, colocándola en el tercer lugar en México. Tan sólo por debajo del Sistema Purificación, que ocupa el primer lugar con 820 metros de desnivel y 8 kilómetros de recorrido (el desnivel total es de 953 metros). La segunda travesía más profunda es el Sistema Tepepa, con una profundidad de 769 metros y un recorrido de 8 kilómetros (el desnivel total es de 899 metros).

Queda un grato sabor de boca en todos los exploradores de estas expediciones, porque después de tantos años el sueño se había hecho realidad, después de tantas expediciones y cuevas descubiertas en la Sierra Negra, ¡Coyolatl es travesía! Entrar por arriba (el resumidero) que es la Cueva de la Esperanza o TZ-57 y salir por abajo a Coyolatl (la resurgencia) fue excepcional.

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