Edificio La Nacional, el primer rascacielos mexicano inspirado en el Templo Mayor
A mediados del siglo XX el Edificio La Nacional sobresalía como el más alto de la Ciudad de México. Hoy pasa inadvertido entre los gigantes mexicanos.
Tras la Revolución Mexicana y la pandemia por influenza, la Ciudad de México inició un proceso de recuperación demográfica, el cual muy rápidamente se convirtió en el crecimiento de la población capitalina y la necesidad de la construcción de edificios que pudieran albergar sus necesidades. Fue así como en 1928 el arquitecto Manuel Ortíz Monasterio decidió unirse a la competencia por la construcción de inmuebles diseñando el Edificio La Nacional.
El Edificio Nacional, construido entre 1932 y 1934, fue de los primeros edificios en romper con la arquitectura clásica del Centro Histórico de la Ciudad de México, ya que su estilo art decó contrasta con los edificios de arquitectura barroca o neoclásica. Uno de los principales retos para la construcción de este edificio fue el riesgo sísmico de la zona, por lo que requirió que se construyera con concreto armado y acero con una cimentación de 100 pilotes diseñada por Bernardo Calderón.
Edificio La Nacional, pionero de los gigantes mexicanos
Entre las principales características del Edificio La Nacional se encuentra que posee 13 pisos en 55 metros de altura, está inspirado en el Templo Mayor de México-Tenochtitlán y posee un área toral de 13 mil metros cuadrados. Además, es considerado el primer edificio habitable que supero los 50 metros de altura en México junto con el Palacio de Bellas Artes y el Edificio Corcuera, éste último colapsó en el terremoto de 1957.
Debido a que es el primer edificio construido en una zona sísmica que superó las 11 plantas, durante mucho tiempo fue considerado el edificio mas seguro ante terremotos en el mundo y es el más antiguo en su tipo en soportar más temblores.
Tras la construcción de la Torre Latinoamericana, el Edifico La Nacional dejó de ser el más sobresaliente de la zona del Centro Histórico. Aunque tampoco ya es el edificio más alto de México y América Latina –como lo fue en sus inicios–, sin embargo su lugar en la historia es invaluable.
