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El bar mexicano solo para soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial

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El bar se llamaba Deuscher Club Palast. La dueña no solo les servía a los soldados alemanes tragos como el 'Mamá special', también los protegía de la policía y de la delincuencia.

La verdad es que dentro de la taberna Deutscher Club Palast existían todos los males por los que Dios destruyó con fuego y azufre a Sodoma y Gomorra. Pero también este lugar de perdición en Ciudad Juárez, Chihuahua, fue el refugió más humano en México para los alemanes estigmatizados por la recién terminada Segunda Guerra Mundial.  

El inicio del Deutscher Club Palast en Ciudad Juárez

Era 1951, plena Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, cuando la mexicana de ascendencia germana y francesa, Amparo Kluber Le Roy, inauguró el bar en cuestión dentro de la zona roja de Juárez. Sus intenciones de hacer de aquello un club exclusivo para alemanes se vio de inmediato al colocar una bandera de franjas negra, blanca y oro en la entrada.  

Una fotografía del cartel luminoso del Deutscher Club Rainer Palast en 1978, al parecer tomada por una televisora alemana

Los primeros en internarse en aquel establecimiento fueron los soldados alemanes en la base estadounidense de Fort Bliss que cruzaban la frontera hacia México para relajarse. Amparo, a quien llamaban ‘La Mamá’ por su cálido trato con ellos, los recibía enfundada con el uniforme del país teutón, apapachándolos, no con pucheros como cualquier otra madre, sino con tragos como el “Mama Special”, un batido de granadina, rompope y cerveza. 

‘La Mamá’ sacaba de problemas a los alemanes en Juárez

Frases en alemán pintadas en los muros y afiches germanos en las vigas hicieron que pronto la clientela apodara al Deutscher Club Palast como “el consulado”, esto por su función de representar y proteger los intereses de los alemanes en un país extranjero. 

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Y vaya que el mote no era gratuito, cada que un nuevo soldado o civil germano llegaba a la taberna, ‘La Mamá’ le otorgaba su tarjeta de presentación con una leyenda al reverso que decía: “Todos los policías mexicanos son delincuentes, si tienes problemas llámame”. 

Entrada al Deutscher Club Palast

Amparo Kluber Le Roy llegaba por sus muchachos al Ministerio Público, a cantinas o piqueras de mala muerte para librarlos de aprietos, luego ella misma los llevaba a la frontera para que regresarán salvos a Estados Unidos. También les daba consejos cómo cuánto dinero traer para evitar asaltos, etcétera. “Mamá nos sacó de todos los líos en México”, escribiría el soldado Erhard Kowolik el 15 de enero de 2004.  

La fama del Deutscher Club Palast llegó a Alemania

En Alemania cobró fama el Deutscher Club Palast y también Amparo. A pesar del peligro de estar en la zona roja de Ciudad Juárez llegaron al bar personalidades alemanas como Helmut Schmidt, político conocido por su lucha antiterrorista,  y el canciller Franz Josef Strauss, cuyas fotografías quedaron prendidas a la vigas del local. 

‘La Mamá’ con uno de sus muchachos alemanes del Fort Bliss

Con todo lo anterior se puede olvidar fácil el lado oscuro de la taberna. Se habla de consumo de sustancias ilícitas además de prostitución en el sótano del local. 

De taberna a centro cristiano

Por razones desconocidas, la fiesta en el Deutscher Club Palast terminó en 1992, mientras que ‘La Mamá’ falleció solo cinco años después. Los policías municipales la hallaron rodeada de decenas de gatos y encima de un montón de basura que ella misma había acumulado. En la actualidad la taberna funge como un centro cristiano para ayudar a personas con problemas de adicciones.

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