El derrumbe del Super Leche en 1985 y la rara desaparición de la sobrina del dueño
La historia del café Super Leche no terminó con la caída de este edificio en en terremoto de 1985, pues dejó varias incógnitas como el paradero de la sobrina del dueño.
En cuanto el terremoto del 19 de septiembre de 1985 empezó, dos trolebuses se detuvieron frente al edificio que alojaba al Super Leche, como a la espera de que la trepidación pasara.
Pero no. Los movimientos no hicieron más que volverse más intensos haciendo que los pasajeros de ambas unidades descendieran a toda prisa para refugiarse en la famosa cafetería, fue el último error que cometieron en su vida.
Un edificio con 80 departamentos y 10 cuartos de azotea
El edificio del Super Leche colapsó, no recargado hacia la derecha o hacia la izquierda como otros, sino como si se hubiera hundido con todos sus cinco niveles compuestos de 80 departamentos, más 10 cuartos de azotea, todos ocupados.
Nunca se supo cuántas personas fallecieron en este inmueble, entre clientes de la cafetería, inquilinos o pasajeros del Trolebús que equivocadamente vieron como un buen refugio antisismos al Super Leche.
Nunca se supo el número de muertes en el edificio Super Leche
El riesgo de explosión por los tanques de gas de las viviendas, así como del restaurante, provocaron que las labores de rescate se realizaran de prisa. Un perro traído de Israel quedó atrapado durante los trabajos de búsqueda.
Muchos cuerpos se fueron en los camiones de escombros sin ser reconocidos, lo mismo pasó con otros más que quedaron sepultados ahí mismo.
La desaparición de la niña Covadonga del Rocío
A Víctor Manuel Fernández Fagoaga se le murieron seis de sus empleados del Super Leche, informaría él mismo en una entrevista de 2005 con Jacobo Zabludovzky. También perdió a parte de su familia que vivía en la segunda planta del edificio.
Se trata de Ofelia, su madre; Rocío, su hermana. Así como al marido de ella, Pedro Alea, y los hijos de este matrimonio, Manuel Ramón y Covadonga del Rocío Alea Fernández, familia que tenía 11 días de haber regresado de España tras el fracaso de sus negocios en aquel país.
Y aquí empieza uno de los misterios del derrumbe de esta famosa cafetería que operó durante 36 años. Resulta que Covadonga del Rocío Fernández, dada por muerta legalmente, podría seguir con vida.
El éxito del Super Leche
Antes de explicar el caso de la niña Covadonga, debemos contar algo de la historia del Super Leche. Esta cafetería fue creada con el nombre de La Copa de Leche, por el español Manuel Fernández, en la planta baja del edificio Ana Mier Escandón, ubicado en el 41 de San Juan de Letrán (que para 1978 se convertiría en Eje Central Lázaro Cárdenas) esquina Victoria, que fue donde operó hasta su colapsó en 1985.
Si tratamos de entender las razones del éxito del Super Leche con base en la dinámica de la avenida Lázaro Cárdenas actual, no lograríamos. Por lo que hay que transportarse al año de su fundación: 1949, cuando se fueron a vivir a San Juan de Letrán, toreros, luchadores, cantantes, por la conveniencia de tener cerca a la XEW.
Pero también llegó gente común, atraída por tiendas, restaurantes y cafeterías. Fue la gente la que creó el verbo “sanjuanear”.
Bajo este contexto llegó La Copa de Leche, que luego se transformó en Super Leche, nombres que se quedaron tanto en la memoria colectiva de los habitantes del DF que tal pareciera que aquello hubiera sido el plan de publicistas de la avenida Madison, lo mismo que su slogan: “Mejor pan, mejor café, mejor leche, solo en Super Leche”.
«Mejor pan, mejor café, mejor leche, solo en Super Leche»
En el Super Leche se servían americanos de altura, cremosos capuchinos y paellas, entre muchas otras delicias más de la cocina mexicana, española e internacional. Ir al Super Leche fue la recompensa de muchos niños y adolescentes de diversas generaciones por terminar bien el curso o portarse bien. Desde la famosa cafetería el locutor Paco Gutiérrez llegó a transmitir los resultados de la liga española de futbol.
Contaba con una plantilla de 98 empleados, divididos para atender a los clientes de las 07:00 de la mañana hasta las 02:00 de la madrugada. Por desgracia hay pocas fotografías que enseñan cómo era el restaurante por dentro, apenas una señora hizo pública la foto de uno de los tapetes del local, que ella misma recuperó de entre los escombros en 1985, pero prácticamente es todo.
A Covadonga del Rocío se la llevó una mujer obsesionada con ella
Ahora explicaremos las dudas sobre la sobrina del dueño del Super Leche. Su nombre era Covadonga del Rocío Alea Fernández. Vivía junto a sus padres en los departamentos ubicados arriba del restaurante.
Una fotografía muestra cómo Covadonga es rescatada con vida de los escombros del edificio. Las autoridades informaron a Víctor Manuel Fernández, tío de la menor y dueño del Súper Leche, que la menor había sobrevivido siendo entregada a una persona de los equipos de la Cruz Roja. Pero no se volvió a saber ella.
El dueño del restaurante, declararía durante una entrevista con Jacobo Sabludovsky en 2005, que desde un inicio supo que su sobrina Covadonga la secuestró una vecina que estaba obsesionada con que la menor se casara con uno de sus dos hijos.
San Luis Potosí, el último paradero conocido de la niña
La secuestradora y su marido, ambos trabajadores en el IMSS, se habrían mudado junto con la niña a San Luis Potosí, hasta donde llegó Víctor Manuel Fernández en su búsqueda, pero por alguna razón lograron darse a la fuga antes de ser localizados. Todo esto lo dijo el mismo propietario del Super Leche en 2005.
Extrañamente existe un acta de defunción fechada el 26 de diciembre de 1985, en la que el mismo Víctor Manuel Fernández Fagoaga, y hermanas, declaran muerta a su sobrina Covadonga del Rocío Alea Fernández.
Por desgracia el dueño del Super Leche no podrá aclarar estas interrogantes pues murió en 2020, murió por cierto, con la ilusión de abrir nuevamente el Super Leche, pero no lo consiguió.
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