El Día de Muertos en la Huasteca terminó el 30 de noviembre
La tradición del Día de Muertos en la Huasteca señala que los difuntos regresan al Mictlán el último día de noviembre, fecha de la ofrenda final.
Como cada región de México, la Huasteca tiene sus particularidades y en el caso de la celebración del Día de Muertos no es la excepción, pues los pobladores de comunidades indígenas lo llaman la fiesta de Xantolo y además, de acuerdo con esta tradición, la festividad en la Huasteca concluye hasta el 30 de noviembre. Te contamos por qué.
Xantolo, la fiesta de los espíritus, qué es y qué significa
El Día de Muertos en la Huasteca, 31 días de celebración
En primer lugar hay que recordar el significado de Xantolo, voz náhuatl derivada del latín sanctorum, que señala la fiesta de Todos los Santos o de las Ánimas, la cual se empieza a celebrar el 30 de octubre.
Más tarde, el 31 de octubre se reciben las almas de los difuntos pequeños y en muchas ofrendas se colocan juguetes. Posteriormente, el primero y dos de noviembre las almas de los difuntos regresan al mundo de los vivos para convivir con sus seres queridos. Sin embargo, para muchas comunidades, el Día de Muertos finaliza el 30 de noviembre, día de San Andrés.
¿Por qué ese día? Se cree que hasta esa fecha, Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, señores del Mictlán de acuerdo con la cosmogonía mexica, cierran las puertas del inframundo. En consecuencia, el 30 de noviembre se coloca la última ofrenda en los altares de las casas para despedir a los muertos.
También, en los panteones es costumbre decir adiós a las almas de los fieles difuntos con danzantes enmascarados; quienes al final de la jornada llevan a cabo el tradicional destape, es decir, se quitan la máscara y revelan su identidad.
Un ciclo de vida y muerte
Curiosamente, ese 30 de noviembre es tradición sacudir el altar o los arcos que se colocan arriba de las ofrendas (representan la puerta del cielo) con el fin de recolectar las semillas de cempasúchil para que éstas sean sembradas el 24 de junio del siguiente año, día de San Juan Bautista.
Por último, esas flores acompañarán la ofrenda de Día de Muertos y al final de la celebración, sus semillas serán nuevamente recolectadas para sembrarse en un ciclo infinito entre la vida y la muerte.
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