El Edificio Mala Suerte, el inmueble que sufrió un incendio, un terremoto y el abandono
El Edificio Mala Suerte, alguna vez sede de PEMEX, hizo honor a su nombre: incendios, muerte, reducción de altura y abandono.
En la Avenida Juárez número 92 de la Colonia Centro de la Ciudad de México, existió, con un nombre desafortunado pero muy atinado, el edificio Mala Suerte. Te contamos los incidentes que marcaron su historia y determinaron su demolición reciente.
El inicio del edificio Mala Suerte, antigua sede de Pemex
Antes de la década de los sesenta, en el número 92 de la Avenida Juárez se encontraba un espléndido edificio de cuatro pisos, con estilo neocolonial, fachada de tezontle, arcos en el frente y un reloj en el punto más alto. Ahí se ubicaban las oficinas de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Sin embargo, dicha contrucción fue demolida en los años sesenta para construir la nueva sede de Pemex: once plantas con ventanales de cristal que anunciaban la modernidad del país. Fue uno de los edificios más ostentosos de su época.
Una década después, el inmueble fue ocupado por la hoy desaparecida Comisión Nacional de Abasto Popular (Conasupo), también por la Secretaria de Turismo y la Secretaria de Gobernación.
Incluso, en 1973, en el vestíbulo, el artista duranguense Ángel Boliver pintó el mural titulado Los grandes valores nacionales de México, como cenit del esplendor del edificio. Lo peor estaba por venir.
Primera tragedia: el incendio
Era el domingo 24 de julio de 1977 cuando en las oficinas de Turismo, alguien dejó prendida una parrilla en la cocina del sexto piso, lo que ocasionó un incendio que arrasó con varios pisos y provocó la muerte de dos personas. Años después, las dependencias gubernamentales se mudaron del edificio.
Segunda tragedia del edificio de la Mala Suerte: el temblor de 1985
Después del terremoto del 19 de septiembre de 1985, el inmueble sufrió daños considerables que obligaron a reducir su altura, perdiendo tres pisos. Además, debido a las afectaciones, su estructura fue reforzada con vigas entrecruzadas de color rojo.
Ocaso de un grande
Entonces, el edificio fue ocupado por la Contraloría General de la Ciudad de México hasta finales de 2012. En ese año, sus dos mil empleados se mudaron a la calle Tlaxcoaque, por el metro Pino Suárez y quedó desierto. Se desconocen las razones por las que la dependencia cambió de domicilio.
A partir de ese momento, fue hogar de incontables personas en situación de calle, a pesar de que policías lo resguardaron día y noche.
Casi diez años después, en 2021, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), junto con las autoridades del Centro Histórico lanzaron una convocatoria para rescatar la construcción, pero parece que ninguna propuesta se concretó.
Finalmente, el edificio fue demolido y de su esplendor de antaño, no queda más que el recuerdo.
En la actualidad, dependencias gubernamentales preparan un proyecto para la recuperación del predio, con la construcción de oficinas administrativas y un espacio público.
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