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El mundialmente codiciado robot mexicano de juguete de 1955

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En 1955 un ingeniero nacido en México fabricó 100 piezas de este robot mexicano de juguete, ahora son buscadas por coleccionistas de todo el mundo.

Uno de los juguetes más codiciados entre coleccionistas de todo el planeta es un robot mexicano de lámina fabricado en 1955, del cual solo se crearon 100 piezas de forma artesanal. Hasta la fecha únicamente han localizado 22 en colecciones privadas, el resto esperan a ser descubiertos. 

El regalo de un ingeniero para sus hijos

Y como todos los objetos que valen la pena, éste tiene una historia fragmentada como un rompecabezas al que todavía le faltan muchas partes, pero aquellos fragmentos que ya se tienen son tan asombrosos, que todavía le agregan más valor, como el hecho de que no fue creado en un inicio para fines comerciales, sino como una pieza unitaria hecha por un amoroso papá ingeniero para sus hijos. 

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Surge Juguetes Electromecánicos S.A de C.V. para crear 100 robots

Datos como el anterior, como casi todos los que hasta el momento existen sobre el robot mexicano de juguete de 1955, han sido reunidos por el coleccionista identificado como Robotropus, quien incluso ha conectado, gracias a sus publicaciones sobre el juguete, con los descendientes de Edmundo Marmolejo Montes de Oca, el creador. 

Así, sabemos, que luego de hacer una de estas piezas para sus niños Mundo y Toño, don Edumndo, de profesión mecánico electricista, se asoció con un amigo para crear la empresa Juguetes Electromecánicos S.A. de C.V., que tenía como fin inicial fabricar 100 piezas de su robot de lámina. La vieron fácil pues además de la electrónica tenían algo de conocimientos en moldeado de metal.

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Encendiendo el robot mexicano de juguete

Aquel centenar de robotcitos de fierro nacieron, todos con un funcionamiento sencillo: un rústico switch de lámpara para el encendido que hacía que el juguete caminara, balanceara los brazos y el interior de la cabeza se iluminara. Los inexpertos fabricantes demostraron que, aunque con acabados agrestes, sus maquinitas funcionaban. 

Pero en lo que no tenían instrucción era en comercialización ni en distribución, así que  vendieron sus primeros y únicos 100 ejemplares con familiares, amigos y conocidos, quienes a su vez los habrían regalado, revendido o guardado en un closet por décadas. No volvieron a hacer más por el simple hecho de que la producción era costosa y no pudieron competir con las fábricas de juguetes de aquellos años. 

Un robot que representa a la cultura mexicana

Muchos años después fueron apareciendo, unos en el mercado de antigüedades de La Lagunilla, otro en Alemania, otro más en manos de un coleccionista de Estados Unidos, otro en el Museo del Juguete Antiguo en Ciudad de México y el último en la casa de un lector del blog de Robotropus, todos diferentes entre sí, porque fueron pintados a mano, con técnicas distintas, pinturas diferentes, piernas de un color, pies de otro, en fin que eran la representación misma de la estética popular mexicana que recordaba a las películas del Santo o del Piporro

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El robot mexicano de juguete en el cine

Aunque aquí viene algo interesante. Algunos años antes, en 1973, dentro de la película mexicana Chabelo y Pepito Detectives, aparecen unos  30 de estos robots mexicanos, mismos que según la trama, servían para atrapar a los niños y volverlos esclavos de los extraterrestres. Pero nadie sabe qué fue de estas piezas, ni cómo es que aparecieron en este film existiendo tan pocas.  

Los coleccionistas también creen que la creación del ingeniero mexicano Edmundo Marmolejo Montes de Oca pudo haber inspirado la producción de la cinta La momia azteca contra el robot humano del año 1958, en donde la citada máquina se aprecia muy similar al juguete en cuestión. 

Poster de La momia azteca contra el robot humano

¿El regreso de un grande de la juguetería mexicana?

Desde 2016 los hijos del creador de esta cotizada pieza de la juguetería mexicana han dicho que piensan volver a producir y lanzar el juguete que con tanto amor les fabricara su papá por allá de 1955, esperemos que así sea. 

Con información y fotos de Robotropus

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