El palo ensebado, una tradición de la fiestas patronales mexicanas - México Desconocido
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El palo ensebado, una tradición de la fiestas patronales mexicanas

Palo ensebado
© Jaguar 404

Entre gritos y risas, el palo ensebado es una de las tradiciones más emocionantes de las fiestas patronales. Te contamos en qué consiste.

El palo ensebado –también conocido como cucaña– es una de las tradiciones inolvidables de las fiestas patronales, donde acompañado del olor a pan de fiesta y de los gritos del pueblo, la gente escala un palo engrasado para conseguir premios.

El juego se originó en Nápoles, Italia, en el siglo XVI. Inicialmente se trataba de representar al volcán Vesubio, el cual con el tiempo se cambió por un poste. Asimismo, tiene relación con la historia del País de Jauja o Cucaña, el cual tenía árboles donde brotaban salchichones y otros productos alimenticios. Otros vinculan el originen al español Árbol de Mayo, fiesta ancestral que tenía relación con la fertilidad.

En su versión mexicana, consiste en organizar un equipo de personas de distintas complexiones para lograr obtener los premios que están colocados en lo alto de un palo untado con manteca de cerdo. A su vez, los premios son colocados en la cima por los mayordomos u organizadores de la fiesta, la cual generalmente se trata de una fiesta en honor del santo patrono.

EL PALO ENSEBADO Pedro Grandez - Artelista.com
Imagen: Pedro Grandez

El palo, cuya altura promedio es de 5 a 10 metros, yace generalmente en la plaza pública o en el atrio de la iglesia, esto con el fin de que el concurso se vuelva un espectáculo. Una vez formados los equipos, cada uno deberá organizarse para poder llevar a la cima a una persona para que tomé solo uno de los premios. La principal dificultad y riesgo es la grasa del palo, que hace que se patinen las pieles. Por ello, se requiere de agilidad, inteligencia y fuerza, más aún si se dispone de tiempo limitado.

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Tras conseguir el premio, nada garantiza que se trate de algo gratificante, ya que en la cima del palo ensebado hay premios de broma o vacíos, así como valiosas cantidades de dinero. Generalmente no se trata de un concurso que se enfoque en ganar, sino en la dificultad y diversión que implica la formación de la escalera humana que permita llegar a la cima. Existen variaciones regionales en las normas, la más común es que se trate de una competencia individual, donde cada persona intenta subir por sus propios medios a la plataforma.

Al terminar, los participantes quedarán cubiertos de tierra y grasa, lo que hace aún más divertida la ocasión. Si los ganadores o ganador (en su formato individual) consiguieron un premio monetario, es tradición repartir el premio. También es común que se coloquen bebidas alcohólicas en la plataforma, las cuales es tradición compartir con los amigos y familiares.

autor Filósofo por formación. Contempla el alma e imaginación de México.
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