En cuclillas o en el piso, posiciones olvidadas para realizar actividades cotidianas en México
¿Puedes sentarte en cuclillas con los talones en el piso? Recordamos esta y otras posiciones en las que se desarrollaba la vida en México.
Nacimos en mundos llenos de hábitos, que aprendemos desde la niñez con rapidez y que, en ocasiones, evitan que nos cuestionemos sobre si es la única forma de realizar ciertas actividades. Sin embargo, a veces los lapsos de tiempo en los que suceden los cambios son relativamente cortos y hay pocos años de diferencia entre las formas de hacer las cosas. Una de ellas, sobresaliente y muy olvidada, es la costumbre de realizar actividades cotidianas en cuclillas o sentado en el piso.
No se trata de la capacidad de ponerse hacer sentadillas o sentarse en el piso, sino de realizar las actividades largas en dicha posición. Hasta el siglo XX era una posición común en todo el país, pues el mobiliario no era accesible para todos los hogares y no existían espacios como el transporte público, metro u oficinas masivas.
Actualmente, para muchos es casi impensable realizar actividades como comer o simplemente descansar en dichas posiciones. Sin embargo, aún algunos pueblos indígenas mantienen la tradición, pues su vida se desenvuelve en artefactos como el petate, el fogón de leña o el metate de piso, y no en las sillas y mesas.
Estar de cuclillas y sentarse en el piso, posiciones naturales
De acuerdo con los antropólogos y especialistas, la posición de cuclillas fue clave durante la evolución humana, por lo que tiene claves para el funcionamiento de la buena salud. No se necesita aprender, pues es prácticamente innata, de ello que la vinculemos inmediatamente a la niñez, quienes pueden hacerla con facilidad. Sin embargo, con el uso de asientos como el sofá o la silla, esta postura suele quedar olvidada durante el crecimiento, provocando incapacidad para realizarla, pues los ligamentos se tornan rígidos.
Lo mismo ocurre con otra posiciones como el sentarse en el piso con piernas cruzadas, que aunque son más populares, para muchos resultan sumamente incómodas durante un largo tiempo por la falta de práctica.
Ponerse en cuclillas en el arte mexicano
La imagen de personas adultas en cuclillas, quizá simplemente contemplando, aún sobrevive en la memoria de muchas personas que vieron a otras realizarla. Asimismo, ésta y otras posturas a ras de suelo permearon la cultura de México, pues un sin número de piezas retratan la vida de las personas en cuclillas, sentadas sobre los talones o con las piernas cruzadas; lo que también nos habla de su estrecha relación con la tierra.
Lo mismo ocurrió con la fotografía y el cine del siglo XX, cuando aún eran comunes dichas posturas. Encontramos numerosas fotografías de mujeres en el fogón o lavando la ropa sobre el piso. Mientras que importantes obras cinematográficas, como La Perla de El Indio Fernández o Ánimas Trujano con Toshirô Mifune, no perdieron la oportunidad de retratar a indígenas sentados en cuclillas con los talones pegados al piso, posición imposible para la mayoría en la actualidad, que solo logra colocarse en cuclillas con los talones despegados del piso. Igualmente, el renombrado artista oaxaqueño Francisco Toledo decidió inmortalizar su imagen en cuclillas, una posición tan natural como artificial para México actual.
Beneficios para la salud
De acuerdo con los médicos, sentarse en cuclillas es beneficioso para la salud, hecho que se desestima por considerarse insalubre. La razón no está relacionada con la limpieza del suelo, sino con la posición misma, pues realizarla estimula órganos del sistema digestivo. Cabe señalar que de hecho esta es la posición óptima para realizar las excreciones, hábito que también era parte de nuestra cultura. Hasta mediados del siglo XX no era común el retrete, por lo que lo común era defecar en cuclillas entre los nopales, árboles y magueyes. Dicha actividad, hoy inconcebible para muchos, quedó grabada en el imaginario colectivo con la historia del Tigre de Santa Julia, quien fuera detenido en penosa posición, convirtiéndose en una documentación de aquella forma de ser los mexicanos.
En la actualidad, estar en cuclillas o sentarse en el piso está mayormente vinculado con las culturas orientales; incluso han sido bautizadas con el anglicismo asian squat. Sin embargo, no se trata de posiciones generadas por las culturas, pero pueden ser excluidas por éstas. La posibilidad de realizarlas está ahí, pero podemos olvidarlas al grado de incapacitarnos para hacerlas y perder una forma de relacionarnos con el mundo y con nuestro propio cuerpo. ¿Tú puede hacerlas?