ENCRyM, historia de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museología
La ENCRyM se convirtió es el faro educativo que ilumina el legado cultural de México, a partir de la restauración de obras de arte y la museología.
La Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museología (ENCRyM) se erige como bastión en la preservación del patrimonio cultural de México. Por ello, nos sumergiremos en la trayectoria e historia de esta institución.
La ENCRyM se fundó con la visión de formar a especialistas que resguarden las riquezas tanto arqueológicas como artísticas de nuestro país.
¿Qué es la ENCRyM?
La Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” (ENCRyM) es una institución de educación superior que pertenece al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La institución se dedica a la formación de especialistas en los ámbitos de conservación, restauración, investigación y difusión del patrimonio cultural.
Además, la ENCRyM comenzó sus funciones en el año 1968, con el reconocimiento de la UNESCO, pues fue la primera universidad en ofrecer una licenciatura en restauración.
Este hecho le vale ser un referente en Latinoamérica cuando se trata de la formación de profesionales que tengan una actitud crítica, creativa y ética, en las diferentes modalidades para la difusión del patrimonio cultural.
La historia de la ENCRyM
La ENCRyM ha forjado un legado único que se entreteje con la historia de un antiguo enclave: el exconvento de Churubusco, que se ubica en las entrañas de Coyoacán, Ciudad de México.
Este sitio se fundó en el siglo XVI por la orden franciscana. En sus recintos, que ocuparon con anterioridad los misioneros dieguinos o descalzos, se gestó un conjunto monumental que incluía una capilla que se dedicó a Santa María de los Ángeles, además de habitaciones, claustros, una huerta y jardines.
Otros sucesos enmarcan la historia del exconvento de Churubusco como lo son la tragedia de la batalla de 1847, donde el Ejército Mexicano y el batallón irlandés de San Patricio enfrentaron la intervención norteamericana. Más adelante, con las Leyes de Reforma (1855-1863), el sitio se transformó en el Museo de las Intervenciones, en 1921.
Posteriormente, para el año de 1966, un grupo de estudiantes acudían a los primeros cursos intensivos de restauración impartidos por Manuel Negrete Castillo, quien años antes fundó el Departamento de Catálogo y Restauración del INAH.
El Centro Regional de Conservación en el exconvento de Churubusco, bajo el amparo de la UNESCO y el INAH entre 1966 y 1968, despegó con estudios formales de cinco años, obteniendo la autorización de la Secretaría de Educación Pública en 1977.
A esta institución se la nombró en honor de su fundador, Manuel del Castillo Negrete, este centro se consolidó como un referente educativo.
Con el tiempo, la ENCRyM diversificó su quehacer más allá de la restauración. Además de impartir enseñanza e investigación en el exconvento de Churubusco, se instituyeron áreas de museología, museografía y acervos documentales. Además se creó la maestría en conservación y restauración de bienes culturales inmuebles.
La restauración, sustentada en el conocimiento histórico y científico de materiales y procedimientos, se convirtió en el pilar fundamental de esta institución.
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Durante el mandato de Adolfo López Mateos, Manuel del Castillo Negrete propulsó la firma del trascendental convenio entre México y la UNESCO.
Este acto, ocurrido en el contexto de las Leyes de Reforma, no solo le otorgó a la ENCRyM el reconocimiento oficial, sino que también marcó el inicio de la formación de especialistas en restauración del patrimonio no solo para México sino para toda América Latina, consolidando su presencia internacional.
Por ello, la ENCRyM se erige como una precursora en la formación de recursos humanos para la organización y protección del patrimonio cultural internacional.