Entre cantera y talavera… ángeles y querubines (Puebla)
Numerosos son los atractivos que hacen del estado de Puebla una de las regiones con mayorriqueza cultural de la República Mexicana.
Escápate un fin de semana:
Villa Zardoni Cuetzalan
Entre ellos destacan sus monumentos históricos expresados en cantera, argamasa, ladrillo y azulejos talavera, armoniosa combinación que los distingue e identifica en todo el país.
A lo largo del sigloXVIlos frailes franciscanos dejaron en estas tierras una profunda huella material, que es admirada aún en sus conjuntos conventuales, cuyos templos lucen las características almenas que les dan el aspecto de fortalezas de la edad media. En este grupo figura el convento de San Miguel en Huejotzingo, dotado de cuatro espléndidas capillas posas. En Cholula, el convento de San Gabriel comparte su espacio con la sorprendente Capilla Real o de Indios, formada por nueve naves o corredores y 63 bóvedas sostenidas por 36 columnas, y que refleja una gran influencia de las mezquitas árabes.
En Tepeaca el templo del convento presenta en la parte superior de sufachada dos vanos por donde se hacía el “paso de ronda”. Otro monumento que se conserva en la enorme plaza de este lugar es El Rollo, una torre de estilo árabe donde se castigaba a los naturales. El convento de San Andrés Calpan ostenta cuatro capillas posas que son consideradas las mejores de la Nueva España, ydonde la mano de obra indígena se aprecia a plenitud. En las faldas del llamado cerro de San Miguel, en la población de Atlixco, se localiza el convento de Nuestra Señora, cuyo templo luce una elegante portada de estilo plateresco.Una fuente monumental del sigloXVIhace compañía a otro relevante convento en Tochimilco, pueblo ubicado en las faldas del volcán Popocatépetl.
De enormes dimensiones resultan los monasterios de Huaquechula, con su portada lateral de acentuado carácter medieval; el de Cuauhtinchan, donde se conserva uno de los tres retablos originales del sigloXVI; y por último el de Tecali, que a pesar de estar en ruinas es impresionante por la altura de la nave del templo, por el grosor de sus muros y por su fachada clasicista. Cabe recordar que los conventos de Huejotzingo, Calpan y Tochimilco fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por launescoen 1994.
Después de asimilar los esquemas del arte barroco español y la técnica europea en el tallado de la madera, los artífices poblanos imprimieron su sello particular en portadas y retablos de gran cantidad de templos y capillas construidos durante los siglosXVII yXVIII.
Un estupendo retablo dorado de finales delxviise ubica en Santo Domingo, templo de los más visitados debido a su magnífica Capilla del Rosario, en cuyo interior se desarrolla uno de los trabajos decorativos más importantes que se hayan realizado en la Nueva España y en el mundo entero. El templo franciscano de esbelta figura dispone en su portada catorce tableros formados con azulejos, que contrastan con la cantera oscura; en cambio, la fachada del templo de Guadalupe es una fiesta de color por estar recubierta de azulejos de distintos tonos.
Los interiores de los templos no sólo guardan retablos, órganos y púlpitos, sino algo muy importante: santos y vírgenes venerados por la población local. En el templo de Santa Mónica, por ejemplo, se encuentra la imagen de bulto del Señor de las Maravillas, que es visitada incluso por extranjeros. Los monumentos históricos albergan además espacios tocados por la tradición, como es el caso del ex convento de Santa Rosa, que aloja a la más bella cocina del México colonial, forrada en sus muros y techos por azulejos en tonos azul y blanco.
En los alrededores de la ciudad de Puebla la visita es obligada a los templos de Acatepec y Tonantzintla. En el primero, la perfecta combinación de azulejos decorados que cubren su fachada barroca llama poderosamente la atención; su interior no le va a la zaga, como lo demuestra su hermoso altar mayor. Por el contrario, la portada del templo de Santa María Tonantzintla, con su típico recubierto de ladrillo rojo y azulejo, es mucho más austera, y no avisa de su espectacular interior. Sus muros, columnas, arcos y bóvedas lucen gran policromía y profusión de ángeles, querubines, flores y frutos, lo que resulta en una “orgía” barroca de marcado sabor popular.
Fundada en 1531, la ciudad de Puebla tuvo alrededor de su plaza principal los edificios representativos de los poderes religioso y administrativo, y en las 120 manzanas perfectamente trazadas a cordel se fueron ubicando las residencias de los españoles, como la llamada Casa del Alfeñique, del sigloXVIII, que luce en las pilastras, en los remates de sus ventanas y en sus techos volados del último nivel, una abundante decoración en argamasa blanca. Otro ejemplo, contemporáneo del anterior, es la Casa de los Muñecos, donde salta a la vista su muy singular cornisa ondulante; azulejos y ladrillos revisten su alargada fachada, en la que se inscriben 16 figuras que parecen aludir a los trabajos de Hércules.
Erigido en el sigloXIX, el Fuerte de Loreto con sus cuatro baluartes, su foso perimetral y su pequeño templo, guarda en sus paredes los ecos de la batalla del Cinco de Mayo de 1862. Como ejemplos de la arquitectura ecléctica que caracterizó al porfiriato, la ciudad de Puebla conserva varios monumentos relevantes, como el majestuoso Palacio Municipal, construido en cantera gris, y el ex Palacio de Gobierno, de notoria influencia francesa.
Por lo anteriormente señalado no es de extrañarse que el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, con sus 2 169 monumentos históricos catalogados, haya sido declarado Patrimoniode la Humanidad el 11 de diciembre de 1987.
Fuente: Guía México desconocido No. 57 Puebla / marzo 2000
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