Fotos: conoce la vida dentro del circo

Más allá de las luces, las pestañas postizas, los tacones altos y los trajes ceñidos, comienza un mundo real: el mundo del circo.

Ahí “atrás” donde el enano también es padre, la bailarina estudia para ser chef, el trompetista es veterinario y el payaso es un gran poeta; donde está la escuela circense y su primaria, existe un abanico de valores muy particular, un modo diferente de entender la vida.

Durante mi infancia, mi padre encontró en el circo un lugar para refugiarnos, para sonreír y abrazarnos. Siempre salíamos de allí con una fotografía que nos tomaban dentro. No sé qué placer le generaba llevarme al circo, pero recuerdo su sonrisa a la perfección. Quizás, igual que yo, soñaba con ser trapecista o domador. Muchas veces le pedí que me llevara tras la gran cortina roja, pero nunca accedió.

Años después, mi padre fue secuestrado y asesinado. Sumida en la inconsciencia de la tristeza, tiré todos mis recuerdos, incluyendo esas fotos. Con una mezcla de sensaciones, que me habían acompañado toda mi vida al pensar en el circo, un día descubrí (a través de la lente de mi cámara) aquello que se escondía detrás del telón: el misterio del circo. Solo así, pude reproducir las imágenes de aquellos días, que sustituirían para siempre, las fotografías añoradas.

Gabriela Olmedo estudió Mercadotecnia en el Itesm, una maestría en Humanidades en la Universidad Anáhuac, fotografía en  Internacional Center of Photography en Nueva York y en la Escuela Activa de Fotografía. El año pasado quedó entre los diez mejores fotógrafos en la categoría de reportaje en la Copa Mundial de Fotografía en Japón y este año representa a México en Australia en la misma copa. Fue alumna durante varios años de Mary Ellen Mark, quien la impulsó, guió e influenció. Esta serie de imágenes son el resultado de siete años de documentar el mundo circense. Conoce más de su trabajo aquí.

Gabriela Olmedo