693 Aniversario de la Fundación de México Tenochtitlan
Para celebrar el aniversario de la Fundación de México Tenochtitlan se realizó una ceremonia multicolor con cantos, rezos, incienso y flores. Aquí una crónica del evento y los datos de aquel gran peregrinaje.
Algunas crónicas cuentan cómo dio inicio el imperio mexica: las tribus que salieron desde Aztlán en peregrinación comenzaron la fundación de México Tenochtitlan en el valle del Anáhuac cuando el sol se encontraba en el cenit y vieron un águila en el lago de Texcoco parada sobre un nopal y devorando una serpiente.
El ritual de celebración de la fundación de México Tenochtitlan
Resuenan los tambores y las ayacaxtlis (sonajas), las plumas multicolores comienzan a adornar la cabeza de los danzantes mexicas, todos se preparan para la gran celebración. La fiesta está a punto de comenzar, y aunque es temprano, el sol ya ha bañado con su calor la mayoría de la Plaza de la Constitución.
Se perciben los corazones alegres. Las voces se unen en cantos de tradición que invocan a los cuatro elementos de la naturaleza; hay que dar gracias porque hoy se celebran 693 años de la Fundación de México Tenochtitlan.
Todo comienza desde muy temprano con la elaboración de las tlalmanalli (ofrendas) alrededor de las cuales danzarán. Las ofrendas se componen de flores y frutas. Destaca un petate multicolor hecho con aserrín, donde poco a poco se va formando la imagen del escudo de la fundación: un águila parada sobre un nopal.
Quienes celebran el aniversario de la fundación de México Tenochtitlan
El zócalo capitalino comienza a recibir a los que gustan de estas tradiciones, algunos vienen de otras partes de la República Mexicana. Son danzantes y estudiosos de la cultura, son hombres y mujeres, ancianos, pero también vienen niños, quienes han sido educados dentro del movimiento llamado Mexicayotl.
Todos sonríen; es un evento que se celebra con mucha alegría, ya que nuestra sangre es mexica y honramos a nuestra tierra, a los ancestros que nos dejaron un gran legado histórico.
Al mediodía
Son ya las doce del día y la mayoría ha llegado. Comienza la ceremonia: dan el toque de los caracoles, se percibe el aroma del copal y se escucha el toque de los huéhuetl (tambores).
A través de estos elementos llaman a los dioses a reunirse en este centro a dar su permiso para iniciar la ceremonia. Se les invoca en la lengua antigua, el náhuatl, la que le dio nombre a nuestro país: México —de metztli (luna), xictli (ombligo) y co (lugar), lo que quiere decir “el lugar del ombligo de la luna”.
Los dirigentes de los grupos hacen su tlatocan (consejo). Se han acordado 33 danzas, las cuales se dirigirán a cada rumbo cósmico y entre ellas se danzará al dios Huitzilopochtli, quien guió a las tribus que salieron en peregrinación para buscar la tierra prometida donde fundarían la Gran Tenochtitlan.
Cuando cae el sol
El sol ya cae con todo sobre el asfalto tenochca y los guerreros siguen haciendo su ofrenda. Sus rostros y el sudor dejan ver su cansancio y no es para menos, ya que la danza mexica es de movimientos fuertes con muchas vueltas y sentadillas. Además, los copilli (penachos), ayoyotes (cascabeles) y los atuendos de piel hacen que el calor se sienta mucho más intenso.
De pronto entre danza y danza uno de los temachtianis (maestros) cuenta un poco de lo que fue la peregrinación; se escucha por ahí un canto que da cuenta del hecho, se llama “la senda de un gran guerrero rojo”. Sin duda, tanto en la explicación como en el canto, la historia se mezcla con la leyenda para narrar la fundación de esta maravillosa ciudad.
Se enciende el fuego
Se ha encendido un fuego en el centro, una de las abuelas de tradición dice que es el espíritu del Sol en la tierra, el espíritu del centro y del universo, nuestro centro energético, el fuego que transmuta y limpia, el que cura; todos lo alimentan con ocotes, ya que la intención es que permanezca encendido hasta el final, dando fuerza a estas danzas.
Los tambores no han dejado de sonar y el sol ya se está poniendo aquí en el corazón de la México Tenochtitlan. Algunos ya se han ido, con el alma llena de emoción, pues han cumplido un año más. El rezo, la ofrenda y el corazón se han entregado a los dioses para que siga floreciendo esta nuestra ciudad que hoy cumple 693 años de su fundación.
Cómo fue la fundación de México Tenochtitlan
El recorrido de la Fundación de México Tenochtitlan podemos apreciarlo en la Tira de la peregrinación o Códice Boturini, en el cual se encuentra dibujado cronológicamente este viaje que inició en Aztlán (“Lugar de Garzas”) y terminó casi 260 años después en Tenochtitlan. A lo largo de las hojas que conforman este códice también pueden apreciarse todos los lugares en los que se establecieron y todas las vicisitudes que pasaron.
Se dice que fue un 13 de marzo de 1325 correspondiente al año dos casa del calendario mexica cuando finalmente las tribus encontraron, en medio de unos islotes al occidente del lago de Texcoco, la señal que su dios les había dado para identificar el sitio correcto donde establecerían su imperio: una piedra con un nopal y un águila devorando una serpiente, símbolo que posteriormente se volvería emblema de la nación y actual imagen de nuestra bandera nacional.
Desde entonces el águila, espíritu del sol, le daría fuerza y sabiduría a los mexicas para levantar esta ciudad que en su época de esplendor fue una de las más grandes del mundo y cabeza de un poderoso imperio que dominó gran parte de Mesoamérica.
Gracias a su aguerrida voluntad lograron convertir el lago en chinampas, las cuales construyeron con troncos que sostenían arena y que ataban con cuerdas de ixtle; eran hermosas islas artificiales donde cultivaban verduras y criaban aves domésticas.
Construyeron también pirámides sobre las que levantaron sus templos y trazaron grandes calzadas y puentes que conectaban la ciudad con tierra firme. Sin duda, una de las maravillas del mundo y orgullo de nuestra nación.
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