Gabriela Mistral: La cajita de Olinalá (Guerrero)
Lucila Godoy Alcayaga, mejor conocida como Gabriela Mistral, nació en Chile en 1889 y murió en Nueva York en 1957.
En 1922, el gobierno mexicano la incitó por medlación de José Vasconcelos, entonces secretario de Educación Pública, para que interviniera en la reforma educacional ordenada por el presidente Álvaro Obregón, por lo que vivió dos años en México. Lucila Godoy Alcayaga, mejor conocida como Gabr lela Mistral, nació en Chile en 1889 y murió en Nueva York en 1957. En 1922, el gobierno mexicano la incitó por medlación de José Vasconcelos, entonces secretario de Educación Pública, para que intervin lera en la reforma educacional ordenada por el presidente Álvaro Obregón, por lo que vivió dos años en México. Después residió sucesivamente en Estados Unidos y Europa, y visitó nuestro país en otras ocasiones. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1945. Entre sus obras más conocidas sobresalen Sonetos de la muerte, Nubes blancas y Lagar. Su sigu lente poema está dedicado a México desde el título, referido al bello pueblo de Olinalá, en la llamada Montaña del estado de Guerrero, donde hacen las tradicionales lacas que recuerdan a las chinas. También hay referenclas a “los volcanes” y al Ajusco: I Cajita mía de Olinalápalo-rosa jacaranda. Cuando la aborde golpe da su olor de Reina de Sabá.¡Ay, bocanada tropical clavo, caoba y el copal! La pongo aquí la dejo allá por corredores viene y va. H lerve de grecas como un país nopal, venado Codorniz. Los volcanes de gran cerviz y el indio agudo como el maíz. Así la pintan, así dedos de indio o colibrí. O así la hace de cabal mano azteca mano quetzal. II Cuando la noche va a llegar porque me guarde su mal. Me la pongo de cabezal donde otros ponen su metal. Lindos sueños hace soñar, hace reír hace llorar… Mano a mano se pasa el mar s lerras mellizas campos de arar Se ve al Anahuac rebrillarla bestla-Ajusco que va a saltar. Y por el rumbo que lleva al mar a Quetzalcóatl que se va a alcanzar. Ella es mi hálitoyo su andar, ella saber yo adivinar. Y paramos como el maná donde el camino se sobra ya. Donde nos grita su ¡halalá! el mujerío de Olinalá. «Maizal hasta donde lo postrero emblanquece y México se acaba donde el maíz muere. Los sentados son órganos, las centadas magueyes. Delante de mi pecho la mazorcada t lenden. De la voz y los modos gracla tolteca llueve. Me faltan los maíces y me sobran las m leses. Y al sueño, en vez de Anáhuac,le dejo que me sueltesu mazorca infinita que me aplaca y me duerme.» Fragmentos de «El Maíz», Gabr lela Mistral «Estoy en donde no estoy, en el Anáhuac plateado y en su luz como no hay otra peino un niño de mis manos…Yo juego con sus cabellos y los abro y los repaso, y en sus cabellos recobro a los mayas dispersados.» Fragmento de “El Niño Mexicano, Gabriela Mistral
Fuente: México desconocido No. 324 / febrero 2004