Genaro Estrada y su legado diplomático: más allá de la Doctrina Estrada
Genaro Estrada, a través de su obra y su ejemplo, sigue siendo una figura inspiradora para quienes trabajan en el ámbito diplomático y cultural.
Genaro Estrada Félix, figura emblemática de la diplomacia mexicana, dejó un legado que trasciende el tiempo, desde su prolífica obra literaria hasta su trascendental contribución a la política exterior mexicana.
Su vida estuvo marcada por una incansable labor intelectual y un compromiso firme con los valores del México del siglo XX. Conozcamos más sobre él.
¿Quién fue Gerardo Estrada Félix?
Gerardo Estrada Félix nació en Mazatlán, Sinaloa, en 1887. Destacó como escritor, diplomático y hombre de Estado, desempeñando roles clave en la vida política y cultural del país.
Desde temprana edad, Estrada incursionó en el periodismo y la academia, destacándose por su aguda perspicacia y su ferviente dedicación a la difusión del conocimiento.
Su paso por medios como El Monitor Sinaloense y el Diario del Pacífico, lo consolidaron como una voz respetada en el ámbito de las letras y la información.
El traslado de Estrada a la Ciudad de México en 1912 no hizo sino amplificar su influencia. En esa época se desempeñó como profesor en la Escuela Nacional Preparatoria, sembrando conocimiento en las mentes jóvenes de México.
Su labor como fundador de la revista Argos y su contribución a publicaciones como la Revista de Revistas reflejan su compromiso con la difusión cultural en un momento crucial de la historia mexicana.
Pero fue en el ámbito político y diplomático donde Estrada dejó una huella indeleble. Su ascenso dentro del gobierno posrevolucionario lo llevó a ocupar cargos importantes en la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Posteriormente, Estrada culminó como titular de Relaciones Exteriores entre los años de 1930 y 1932. Durante este periodo, formuló lo que hoy se conoce como la Doctrina Estrada, su obra cumbre.
Se trata de una política exterior que abogó por la no intervención en los asuntos internos de otros países y el reconocimiento de gobiernos establecidos, sin importar su origen ideológico.
La Doctrina Estrada
La Doctrina Estrada, una de las contribuciones más significativas de Genaro Estrada, marcó un hito en la política exterior mexicana. Esta doctrina surgió como respuesta a las presiones del colonialismo y el intervencionismo extranjero. Por ello defendió la autodeterminación de los pueblos y el principio de no intervención en los asuntos internos de otras naciones.
A través de esta doctrina, México buscaba establecer un nuevo paradigma en las relaciones internacionales, basado en la igualdad soberana entre los estados.
Por otra parte, y de acuerdo con el investigador Leonel Pereznieto, esta Doctrina “es un valioso compendio de ideas que sintetiza dos aspectos vinculados en la historia de las relaciones internacionales de México […] el de la no intervención” y “la necesidad de que México se vincule internacionalmente con otros países”.
Pese a los años transcurridos, la Doctrina Estrada aún es relevante en el ámbito internacional. Su enfoque en la autodeterminación de los pueblos y la no intervención en los asuntos internos de otros países ha sido adoptado por numerosas naciones y continúa siendo una guía para la diplomacia mexicana en el siglo XXI.
Además de su labor diplomática, Estrada fue un prolífico escritor y académico. Sus obras, que abarcan desde la poesía hasta la crítica artística, reflejan su profundo compromiso con la cultura mexicana y su deseo de explorar las complejidades de la identidad nacional.
Obras como «Pero Galín» y «Genio y figura de Picasso» son testimonios de su agudeza intelectual y su capacidad para abordar temas diversos con maestría y originalidad.
Su muerte
Genaro Estrada Félix falleció el 29 de septiembre de 1937, en la Ciudad de México. En la actualidad sus restos se encuentran en la Rotonda de las Personas Ilustres, a donde se trasladaron en 1977 a modo de reconocimiento por su contribución al país.