Guayule, la planta mexicana del caucho que enriqueció a Estados Unidos
En 1876, un zacatecano al que la historia olvidó, dio a conocer la planta guayule, gracias a la cual Estados Unidos obtuvo un impulso económico sin precedentes.
Un ingeniero zacatecano de quien solo se sabe que se apellidaba Moreno, envió en 1876 a la Sociedad Mexicana de Historia Natural, una planta a la que entonces se le consideraba una plaga en las zonas semidesérticas de México. Nadie sospechaba que aquella hierba daría a Estados Unidos un salto económico sin precedentes.
Pero no nos adelantemos. Quien recibió el espécimen botánico procedente de Zacatecas, fue Fernando Altamirano, quien tras realizar los exámenes taxonómicos encontró dos cosas: la primera que se trataba de guayule y la segunda que de ella salía un caucho de excelente calidad. Pero aquella investigación se quedaría dormida algunos años más.
IMN investiga al guayule
Para 1888 surge el Instituto Médico Nacional (IMN), que tenía el fin de investigar la utilidad de las plantas mexicanas para el uso medicinal e industrial, por lo que es esta organización la que retoma la investigación del ejemplar botánico en cuestión.
Probablemente, sin dimensionar muy bien el potencial económico del guayule, el IMN llevó los hallazgos sobre esta planta a la Exposición Internacional de París 1889, en donde el automóvil fue el producto de mayor interés. A varios empresarios extranjeros les brillaron los ojos de inmediato, solicitando franquicias para la extracción del caucho al gobierno mexicano.
Ya había empresas en México que explotaban el guayule
La sorpresa fue que a la hora de que el país averiguó si existían empresas nacionales explotando el guayule para la extracción del caucho —a fin de no afectarlas con la entrega de permisos a compañías de otros naciones— se descubrió que sí había en los estados de San Luis Potosí y Coahuila, mientras que en Nuevo León, un empresario de nombre George Rickman, tenía interés en explotar la planta.
Con la venia del gobierno mexicano factorías de caucho de guayule, nacionales y extranjeras, empezaron a surgir también en Coahuila y Zacatecas. Una de las guayuleras más importantes, fue la Compañía Explotadora Coahuilense, propiedad de la familia Madero, quienes tenían parentesco con el futuro presidente del país.
Guayule, la materia primara de la riqueza
Por décadas el caucho del guayule mexicano sirvió como materia prima para la industria de capotes, zapatos, herramientas, componentes, aparatos médicos… y por supuesto llantas, en donde encuentra su mejor mercado por la fabricación de autos en masa por las tres grandes automotrices estadounidenses Ford Motor Company, General Motors y Chrysler.
Un dato histórico obtenido por la Conabio indica que tan solo en la Segunda Guerra Mundial, de México salieron al extranjero 125 mil toneladas de caucho extraído de la planta que alguna vez se considerara plaga.
Candelilla llega para no extinguir el guayule
El aprovechamiento fue tal que las autoridades mexicanas temieron la extinción del guayule, por lo que comenzaron la investigación de un ejemplar botánico también mexicano conocido como candelilla, el cual no tardó en también ser aprovechado para extraer su caucho.
Con los años predominó el uso del caucho sintético, aunque en la actualidad se plantea volver a las fuentes naturales. Sin embargo el logro mexicano de investigar y dar a conocer las bondades del guayule y la garandilla fueron opacados por los líderes revolucionarios por tratarse de logros del gobierno de Porfirio Díaz.