Juppa y Cuachirindoo, los héroes de Ixtlán que derrotaron a los aztecas
¿Conoces la historia de Juppa y Cuachirindoo? Fueron dos valientes guerreros zapotecos que frustraron los planes de invasión de los aztecas en 1486.
Ixtlán de Juárez es una comunidad en la Sierra Norte de Oaxaca; y uno de sus atractivos es el mirador del cerro de Cuachirindoo, el más alto del municipio y donde se encuentra el monumento a los guerreros zapotecos Juppa y Cuachirindoo.
Y es que a través de registros escritos o dibujados inmediatamente después de la Conquista española, se sabe de las guerras entre los aztecas y zapotecos. Estos últimos defendían su territorio del expansionismo del imperio azteca.
Juppa y Cuachirindoo, protagonistas de una cruenta lucha
En ese contexto, cuenta la historia que en 1486, estos dos guerreros enfrentaron con su ejército por 40 días, una incursión azteca en Ixtlán de Juárez y los derrotaron en la cima del cerro Cuachirindoo.
Parece que todo sucedió en noviembre de aquel año: Ahuízotl, octavo huey tlatoani de los aztecas y conquistador por excelencia, mandó a su ejército a tomar los territorios oaxaqueños.
En el reino de Zaachila, principal asentamiento zapoteco del valle tras la caída de Monte Albán, fueron designados Cuachirindoo y Juppa –quien tenía rango de jefe militar–, para liderar la defensa territorial.
Cuachirindoo, al avistar a los invasores, pidió a Juppa que se estableciera con su ejército en lo más alto del Naguetzi Reni, conocido ahora como cerro del Cuachirindoo, para defender la plaza.
Al llegar el enemigo, se enfrentaron en una feroz batalla y los aztecas fueron derrotados, en parte debido a la ubicación estratégica de los zapotecos en la cima del cerro.
La muerte de un guerrero
Sin embargo, Juppa fue herido en combate por una flecha de obsidiana envenenada y murió. Cuenta la leyenda que su esposa, al enterarse del deceso, corrió en lágrimas hacia el bosque, donde se perdió para siempre.
Después de la batalla, muchos de esos guerreros se asentaron en el cerro y fundaron lo que después sería conocido como Ixtlán de Juárez.
Finalmente, para conmemorar la valentía y ferocidad de estos dos guerreros zapotecos, la comunidad erigió su monumento en el mencionado cerro.
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