Kayak de mar por la Isla Espíritu Santo (Baja California Sur) - México Desconocido
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Ecoturismo y aventura

Kayak de mar por la Isla Espíritu Santo (Baja California Sur)

Baja California Sur
Kayak de mar por la Isla Espíritu Santo (Baja California Sur) fifu

Siguiendo los pasos de los grandes marineros y aventureros del Golfo de California, nos internamos en nuestros kayaks, para hacer un recorrido por las exóticas y salvajes aguas del Mar de Cortés.

El primer marinero que navegó por las aguas del Golfo fue el piloto Fortún Jiménez, quien en 1533, después de asesinar a Diego Becerra de Mendoza, lugarteniente de Cortés, a la altura de Sinaloa, huyó al occidente y se encontró accidentalmente con la Península de Baja California, donde más tarde pagaría sus deudas y perdería la vida a manos de los indios bajacalifornianos. Posteriormente, después de arreglar los problemas que tenía con la Real Audiencia, Hernán Cortés partió en su primera expedición desde la desembocadura del río Balsas con 100 hombres y tres navíos: elSanta Águeda, elSan Lázaro y elSanto Tomás, en busca de la Isla de las Amazonas, la Isla del Mar del Sur o la Isla de las Perlas, que eran los nombres con que se llamaba a lo que hoy sabemos es la larga Península de Baja California, considerada en aquellos tiempos una isla habitada por amazonas que se paseaban montadas en bestias y fieras empuñando sus armas de oro. Después de 16 días, los navíos de Cortés avistaron San José del Cabo y costeando por las aguas del Golfo desembarcaron en la Bahía de La Paz ala cual el conquistador llamó de la Santa Cruz por haber sido descubierta el 3 de mayo de 1535.

Medio siglo después de la muerte de Hernán Cortés, Sebastián Vizcaíno partió del puerto de Acapulco al mando de tres navíos para seguir la ruta de Cortés. En el año desembarcó en la Bahía de la Santa Cruz a la que le cambió el nombre por el de Bahía de la Paz, en honor a la calurosa bienvenida que le dieron los indios quienes lo recibieron con frutas, conejos, liebres, y venados. Y fue en esta tranquila había donde dio inicio nuestra expedición. Cargamos nuestro vehículo 4 x 4 con loskayaks, las tiendas de campaña, los chalecos salvavidas, los radios, los víveres, el agua, las aletas, el visor, y el equipo fotográfico, y tomamos la carretera costera, disfrutando del espléndido paisaje desértico habitado por cactus gigantes y árboles elefante. Después de un tiempo, llegamos a la playa del Tecolote donde nos embarcamos con todo el equipo en una panga que nos llevó a nuestro primer destino por las tranquilas aguas del Mar de Cortés.

El paisaje es increíble, los colores azul oscuro, turquesa y verde del agua contrastan con los cafés rojizos y naranjas de los riscos de la isla y dan lugar a un ambiente de mágico colorido. La primera playa por la que pasamos fue la de la Bahía de San Gabriel; después continuamos navegando entre la Isla Espíritu Santo y la Isla Ballena, para finalmente desembarcar en la bella playa del Candelero, donde establecimos nuestro primer campamento. Las playas de la isla son un verdadero paraíso; sus blancas arenas bañadas por las aguas cristalinas invitan a nadar y disfrutar con elsnorkel. Para ello hay que caminar grandes tramos con el agua a la rodilla y después sumergirse para gozar de una maravillosa fauna submarina. Frente a la playa del Candelero hay un pequeño islote conocido como la Roca Monumento.

El lugar es ideal para nadar con el snorkel y descubrir un sinfín de especies de peces como el trompeta, el cirujano, el ángel de Cortés, así como corales y una gran variedad de estrellas marinas.  Después de un buen rato de gozar este magnífico espectáculo acuático, fuimos a caminar por la isla. Nos internamos por los cactus gigantes, los torotes y los arbustos que crecen alrededor de las hermosas formaciones volcánicas, y sentimos estar en un paisaje prehistórico habitado por lagartijas de todos tamaños y colores así como por ardillas, liebres, ratones y gatos de monte.Al día siguiente acomodamos todo el equipo en el interior y en la cubierta de los kayaks; nos colocamos los chalecos salvavidas y la falda (esta última es la que sella el hueco del kayak y evita que entre el agua a la embarcación), y remamos durante tres horas bajo el intenso sol; dejamos atrás la Isla Espíritu Santo y seguimos costeando la Isla Partida hasta la playa de Ensenada Grande donde establecimos nuestro segundo campamento.

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Este tipo de embarcación tiene sus orígenes en los kayaks de los esquimales, que están hechos de madera ligera y forrados de pieles de foca. La preparación de las pieles, la colocación de éstas y la costura es trabajo de las mujeres y no es nada fácil ya que a veces las pieles no quedan bien tensas y pueden aflojarse.Cada cazador hace su propiokayak, y en la cubierta prepara un lugar donde van agarradas las armas y las herramientas listas para usarse. Una vez instalados volvimos a zambullirnos en el agua con los snorkelsy después caminamos por la isla disfrutando de las increíbles vistas panorámicas que se dominan desde lo alto de los cerros.A la mañana siguiente continuamos remando a un costado de los acantilados y entre algunas cuevas de la isla. Al norte de la isla Partida están situados los famosos islotes, uno de los lugares de Baja California Sur más populares para bucear y «kayakear». Los dos islotes son hogar de un sinfín de aves marinas como pelícanos, fragatas y cormoranes, así como de una gran colonia de lobos marinos en cuya compañía estuvimos buceando durante horas, disfrutando del maravilloso paisaje submarino. Los lobos se acercaban hasta casi tocarnos y subían rápidamente nadando a nuestro alrededor. En la gran colonia de lobos hay un elefante marino, mucho más grande que los otros, que no teme a los buceadores y se deja acariciar, y si uno se confía prodiga abrazos en forma de juego, pero sin agredir. La fauna submarina es abundante. A nuestro alrededor nadaba un gran cardumen de barracudas, las paredes están llenas de corales, anémonas y estrellas de mar, en el fondo se desplazan las rayas y entre las rocas se pueden ver las verdes morenas gigantes.  Al atardecer iniciamos el regreso a la playa de Ensenada Grande, y tuvimos la oportunidad de disfrutar de un mar pintado de tonalidades bermellón. No en vano cuando Cortés navegó por estas aguas las bautizó con el nombre de Mar Bermejo.

Después de dos horas de remar regresamos al campamento en Ensenada Grande.Al cuarto día de nuestra expedición volvimos a la playa del Candelero por las turbulentas aguas; una tormenta se aproximaba y las grandes olas levantadas por el viento nos cubrían por completo. Tuvimos que remar con muchas ganas, y acompañados por una docena de mantas que saltaban a nuestro alrededor llegamos sanos y salvos a nuestro destino, donde la panga nos estaba esperando.Las riquezas naturales del Mar de Cortés que impresionaron y cautivaron a los primeros exploradores impactan hoy en día a los aventureros; es nuestro deber protegerlas y conservarlas, ya que pocos lugares en el mundo son tan bellos como el Golfo de California.

Fuente: México desconocido No. 223 / septiembre 1995

autor Fotógrafo especializado en deportes de aventura. ¡Ha trabajado para MD desde hace más de 10 años!
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