La historia de la primera caseta de cobro carretero en México
Esta primera caseta de cobro fue clave para el desarrollo carretero del país; en la actualidad son 137 casetas en todo el país.
Todos los mexicanos, sobre todo en vacaciones, hemos hecho uso de las carreteras del país, y por tanto de al menos una caseta de cobro. Así, con el tiempo, estos puestos de peaje se han convertido en parte de nuestros viajes por México.
La primera caseta de cobro se instaló el 30 de noviembre de 1952, sobre la autopista México – Cuernavaca (inaugurada ese mismo día), a la altura del pueblo de San Pedro Martir, Tlalpan, entre las calles de Clavel Norte y Violeta, más o menos donde actualmente está una gasolinería.
Vestigios de la primera caseta de cobro en México
Esa primera caseta del país ya no está más en dicho punto, tuvo que ser movida 4 kilómetros en dirección al sur (que es su ubicación actual), porque así convino a la posición del entonces nuevo Heroico Colegio Militar que se construyó en 1976.
No obstante, como vestigio de que alguna vez la caseta estuvo entre las calles de Clavel Norte y Violeta, quedan una serie de comercios a pie de carretera, porque era común que al pasar por este punto la gente se bajara a comprar alimentos, bebidas y golosinas en su camino a Cuernavaca o Acapulco.
La segunda caseta de cobro fue la Amacuzac – Iguala
Ese mismo año también se inauguró la caseta de cobro de la carretera Amacuzac a Iguala; los automovilistas tenían que pagar por el uso de 51 kilómetros que entonces comprendía esta vialidad. Ésta sería la segunda infraestructura de cobro de peaje en el país.
Ambas primeras casetas de cobro fueron administradas desde el inicio por la compañía Constructora del Sur S.A., una empresa fundada por diversos empresarios en 1949, quienes tenían interés de invertir en el sistema carretero nacional y recuperar su dinero a través de los ingresos por peaje.
Esto costaba la primera caseta de cobro en México
En la caseta México – Cuernavaca, también llamada en ese entonces como “Autopista Miguel Alemán”, los autos pagaban seis pesos, los autobuses de pasajeros 12 pesos y las motocicletas tres pesos respectivamente.
Gobierno y empresa, convencieron a los mexicanos de usarla y pagarla con el argumento de que gracias a ella podrían evitar las tres horas de viaje a través de la carretera federal e invertir solo 45 minutos con la autopista.
Un modelo que ha permitido construir más carreteras
Con ello, les prometieron también, bajarían el consumo de gasolina y disminuirían el desgaste de los automóviles, además de poder desplazarse con mayor soltura por sus cuatro carriles y disfrutar de letreros y señalamientos luminosos.
El sistema de que una empresa privada construya una carretera, y cobre a los automovilistas al menos durante los próximos 30 años siguientes para recuperar su inversión, sigue hasta la actualidad.
Algunos apoyan el modelo, otros lo rechazan, pero el hecho es que gracias a él, el sistema carretero de México ha alcanzado los 178 mil 216 kilómetros, algo así como cuatro vueltas a la tierra.