La milpa: un sistema milenario obra de la sabiduría de nuestros pueblos indígenas
Conoce la milpa o milpan, un sistema agrícola basado en el policultivo que se originó durante la época prehispánica y que es mucho menos dañino que los sistemas actuales.
La milpa es un sistema de agricultura que data de la época prehispánica y que está basado en el policultivo. De esta manera, hay un óptimo aprovechamiento de la tierra y no la daña o seca de la manera en que lo hacen los monocultivos.
¿Qué es la milpa y qué especies la constituyen?
La palabra «milpa» proviene del náhuatl milpan –y quiere decir «sembradío»–. Esta deriva de milli, que puede traducirse como «parcela sembrada» y de pan que se refiere a «encima de».
Cabe señalar que también recibe otros nombres gracias a la gran variedad de lenguas indígenas que existen en nuestro país. Por ejemplo, en zapoteco se le llama guela o cue, tjöö en mazahua, yaxcol en tzotzil, ichírari en tarahumara, kool en maya y así sucesivamente. Pero, ¿qué es la milpa?
La milpa es un sistema agrícola que se creó en Mesoamérica. Esto sucedió durante la época precolombina y surgió gracias a los elevados conocimientos que las etnias aborígenes tenían sobre la agricultura. Fue así como, en una misma parcela o espacio, sembraron diversas especies de plantas que se enriquecían mutuamente igual que a la tierra.
Es decir, los pueblos originarios crearon un policultivo y con ello generaron pequeños ecosistemas donde, además de complementarse, las especies utilizaban recursos naturales como agua luz y suelo de manera conjunta. De esta forma, los grupos originarios disfrutaban de diversos productos al mismo tiempo y sin agotar rápidamente la fertilidad de sus tierras.
Las especies que coexisten en la milpa
De acuerdo con La dieta de la milpa de la Secretaría de Salud, es común que los linderos de las milpas estén conformados por magueyes y nopales formados en hileras ya que, además de ser retenedores de suelo, proporcionan otro alimentos.
Cabe señalar que, según la misma fuente, se ha registrado que la milpa puede estar compuesta por hasta 60 productos distintos –aunque no todos sean comestibles–. Estos pueden variar de acuerdo a la región aunque también se han incluido plantas que no son endémicas como el pepino.
La planta principal de la milpa es el maíz, aunque también puede estar comúnmente compuesta por la “triada mesoamericana”, es decir, por maíz, frijol y calabaza. Otra opción es que el maíz se acompañe con chiles, tomates y quelites.
Recordemos que estos últimos no son plantas en específico sino que el nombre hace referencia a toda aquella flor, hoja o hierba que sea tierna. Es por ello que entre los quelites podemos señalar herbáceas como huauzontle, verdolaga, romeritos, quintoniles, flor de calabaza, entre otras.
Por otra parte, en la milpa pueden presentarse ciertas plagas de insectos dañinos como el gusano del elote u hongos, principalmente aquel que conocemos como huitlacoche o cuitlacoche. Aunque, como sabemos, este último es comestible.
Los beneficios de la milpa
Con el paso del tiempo y el inicio del capitalismo, el sistema milpero fue sustituido por formas «más productivas» pero también más agresivas. Es decir, por monocultivos. Si bien es cierto que estos resultan más rentables debido a que su producción es mucho mayor, también generan graves inconvenientes.
Entre ellos tenemos el agotamiento de los nutrientes de la tierra. Esto ocasiona un desgaste paulatino del suelo así como el hecho de recurrir a fertilizantes artificiales que muchas veces resultan dañinos tanto para la naturaleza como para los seres humanos.
Es por ello que, ante estas problemáticas, la milpa, con algunas modificaciones, puede significar la solución a diversos problemas. Y es que, con su uso no solo disminuye el agotamiento del suelo y la probabilidad de ser atacada por plagas sino que, al permitir intercalar cultivos, ayuda a que las familias «más vulnerables» accedan a una mayor diversidad de alimentos.