Las velas de Juchitán: fiestas comunitarias de mezcal, cerveza y color
Las velas de Juchitán es una experiencia que todo mexicano o mexicana debería vivir en su vida. Te contamos sobre estas fiestas tradicionales del Istmo de Tehuantepec.
Oaxaca es uno de los lugares más alegres y festivos de todo México. Los habitantes del Istmo, pertenecientes a la etnia zapoteca, se preparan cada año para vivir las velas de Juchitán, una temporada en la que se llevan a cabo fiestas comunitarias llenas de comida, baile, mezcal, cerveza y color.
Todos los años, a partir del mes de mayo, se celebran de 17 a 26 velas. Cada una de estas fiestas tiene una duración de tres días para luego cambiar de poblado. El primer día es para la fiesta principal, la cual se celebra durante la noche y madrugada; el segundo es para la “regada”, un desfile por las calles del barrio, y el tercer día se celebra la “lavada de ollas”, una fiesta vespertina. El orden puede ajustarse al gusto y posibilidades de cada lugar.
Fotografía: Abril Carrera vía Flickr.
Las velas de Juchitán, una tradición de orgullo
Durante las velas la comida y el baile abundan, sin importar las condiciones climatológicas. Todos y todas deben vestir su traje regional de gala. La mujeres visten enagua y huipil, mientras que los hombres usan guayabera blanca y pantalón oscuro.
Es costumbre de los hombres llevar cerveza o mezcal para compartir con el resto de los invitados (ése es su boleto de entrada). Mientras que las mujeres suelen dar una aportación económica mínima que denominan “limosna“. La comida es abundante y gratuita.
Los organizadores de la vela se encargan de poner puestos de alimentos y bebidas, en los que los amigos e invitados sacian su sed y comen hasta no poder más. Las familias organizadoras de las velas deben prepararse con días de anticipación para el evento, para ello acuden a hacer compras multitudinarias y preparan platillos istmeños durante días. A la comida se le conoce como botanas.
Las velas de Juchitán tienen un origen ancestral. De acuerdo con Tomás Chiñas Santiago, son reminiscencias de la veneración a elementos de la naturaleza, tales como el mar, los peces, etcétera. Poco a poco, estos elementos se sincretizaron hasta tomar su carácter de mayordomías. Para lo juchitecos actuales se trata de una fiesta en la que muestran su orgullo identitario y mantienen vivas las tradiciones de sus padres y abuelos. Nadie considera que una vela es un despilfarro de dinero.
La primera vela es la del segundo sábado de mayo, llamada de Biadxi (las ciruelas), el domingo continúa la vela del Clavario, Angela Pipi el Martes y así sucesivamente hasta la vela sabatina de Cheguigo. Las velas de Juchitán llegan a su fin en la primera semana de septiembre.
