Los jardínes de colibríes de la UNAM - México Desconocido
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Los jardínes de colibríes de la UNAM

Colibrí peninsular
© Ricardo Torres Flores

Hasta estos jardines llegan varios colibríes que han ayudado a que la universidad tenga una estación para monitorearlos y cuidarlos.

Existen un par de leyendas mexicanas que hablan sobre los colibríes una de ellas cuenta que cuando un ser querido fallece aparecen los colibríes, y son como un mensajero que nos trae los deseos y pensamientos de ese ser que se marchó.

Para los antiguos mayas, estas pequeñas aves eran las encargadas de llevar el alma de los guerreros fallecidos en batalla al reino del otro mundo.

Con esto en mente, la profesora e investigadora de la Facultad de Estudios

Ricardo Torres Flores

Ricardo Torres Flores

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Superiores (FES) Iztacala, decidió en 2014 crear el primer jardín dedicado a estas aves ubicado en la Fes Iztacala. 

Así, sembró algunas de sus flores preferidas y desde entonces han llegado muchos ejemplares al sitio.

Poco a poco la idea se fue implementando en otras escuelas en donde se crearon estos jardines para que los colibríes lleguen. El primer lugar fue en Iztapalapa, a partir de ese momento, otras instituciones y escuelas le solicitaron que hiciera jardines.

Denisse Reyes Bareto
Denisse Reyes Bareto
Denisse Reyes Bareto

Más allá de la UNAM esta idea se ha instalado en asilos, jardines de niños e incluso en la Escuela Nacional de Estudios Superiores ENES Morelia y la Universidad Michoacana. 

Estos jardines que atraen colibríes a

Estación de Monitoreo

La UNAM tiene una estación de monitoreo de colibríes, que es única en México. Se trata de un proyecto en conjunto con Estados Unidos y Canadá con el objetivo de monitorear el estado de las poblaciones. 

Arizmendi Arriaga líder del proyecto comentó que participan sus alumnos de licenciatura, maestría y doctorado, y se lleva a cabo en la reserva del pedregal de San Ángel en la cantera oriente de la UNAM.

Es un terreno que durante años fue utilizado para extraer piedra y en 1997 se donó a la UNAM. El sitio era un hoyo enorme con un lago que surgió al extraer el material. Desde entonces la universidad sembró diversas plantas y árboles. “Hoy, es un lugar increíble”.

El equipo de Coro Arizmendi captura a los ejemplares que visitan el sitio con la ayuda de una red exclusiva para aves pequeñas, después les colocan un anillo diseñado para su especie con el objetivo de identificar a la población, los movimientos que tienen, si regresan a la zona, fichar el número de hembras y machos, su edad, e incluso cuando se reproducen. 

Es así como puedes regresar a la UNAM y mirar a tu alrededor para encontrar colibríes.

colibríescolibríes de MéxicoUNAM
autor Viajera y contadora de historias con una gran amor por México, sus lugares y su gente.
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