Madre Cuca, la primera enfermera militar mexicana
Conoce la vida de Refugio Reyes, Madre Cuca, la primera enfermera mexicana, reconocida por su cariñosa labor con los enfermos y heridos de la Revolución.
Refugio Esteves Reyes, popularmente conocida como “Madre Cuca”, fue la primera enfermera del país. Nació en 1881, se casó y tuvo hijos, luego de lo cual enviudó y se vio en la necesidad de mudarse a Guadalajara para buscar un empleo que le permitiera sacar a su familia adelante.
Inicialmente trabajó como costurera en un hospital, donde descubrió su vocación por cuidar de los enfermos, cosa que hacía con carácter maternal. Gracias a ello, Refugio Esteves recibió el nombramiento de auxiliar de cirugía, con lo que dio inicio a su carrera como enfermera.
A diferencia de lo que sucede actualmente, Esteves no se formó en una institución educativa. Al principio desconocía lo relacionado al mundo de la medicina; sin embargo, aprendió viendo a sus colegas trabajar. Su talento como auxiliar de los médicos no pasó desapercibido, ya que el general Urriza, una de las autoridades del hospital, reconoció su labor y le otorgó el título de enfermera. Para ello, también le otorgó el rango militar de sargento primero.
Madre Cuca en la Revolución Mexicana
Cuando Refugio recibió su nombramiento ya había iniciado la lucha armada del movimiento revolucionario. Naturalmente los heridos comenzaron a abarrotar los hospitales. Para hacer frente a la situación, Esteves creó un equipo de enfermeras conocido como Ángeles, el cual tenía por objetivo socorrer durante los enfrentamientos. Tiempo después varias de estas mujeres se convirtieron en docentes para las primeras generaciones de enfermeras formadas en instituciones educativas, como el Instituto Marillac y el Hospital Inglés.
En 1914 recibió su apodo de “Madre/Mamá Cuca”, cuando fue retenida por el Ejército Constitucionalista para que atendiera los heridos dentro de sus filas. Uno de los soldados estaba lastimado en el rostro, por lo que no podía comer, Refugio lo cuidó y alimentó cariñosamente con papillas, lo que despertó la admiración de los soldados y la empezaron a llamar con el sobrenombre. Su entrega en los campos de batalla fue tal, que incluso la hirieron de bala en un brazo en 1915.
Tras el cese de la Revolución, Madre Cuca acudió a la escuela para formarse oficialmente como enfermera. A los 59 se graduó del curso de enfermería impartido por el cirujano Donato Muro, donde obtuvo calificaciones de excelencia.
Antes de su muerte en 1955 (fecha aproximada), Refugio recibió del Congreso de la Unión la Medalla de Honor por su trayectoria, así como un pensión de por vida.
