Marquesote, pan típico del Istmo de Tehuantepec, creado en honor a Cortés
El marqueseote es un pan típico del Istmo de Tehuantepec, en donde se consume chopeándolo con un delicioso chocolate de agua o café, conócelo
El marquesote, es un tipo de pan típico del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, preparado tradicionalmente para las fechas de Día de Muertos. Conoce todo acerca de esta exquisita muestra de panadería mexicana, a continuación.
Es probable que lo primero que se nos venga a la mente a la mayoría de los mexicanos cuando escuchamos las palabras “pan de muerto” sean las tortas provistas de una cruz que asemejan a unas lágrimas. Sin embargo el mundo de la bizcochería para difuntos en el país es mucho más amplia que eso, tal es el caso del marquesote, originario del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
Se trata de un pan cuadrado, pero más frecuentemente rectangular, hecho de harina de arroz (aunque la receta original parece ser con harina de trigo), huevo, azúcar, polvo para hornear, jugo de limón y un adornado con betún con el cual se le hacen una grecas, o en temporada de Día de Muertos, se le pone el nombre del finado a recibir en la ofrenda.
El marquesote y su relación con Hernán Cortés
El marquesote se ha hecho al menos desde hace tres siglos, según los pobladores del Istmo de Tehuantepec. Su nombre es por el conquistador Hernán Cortés, a quien se le conocía como el gran marqués de la región.
Su consumo previo y durante el Día de Muertos (pero también durante gran parte del año) es casi un rito, pues se suele comerse acompañado del chocolate tradicional oaxaqueño, es decir aquel que tiene chocolate, cacao, agua y azúcar. Una vez con una taza de esta deliciosa bebida, el marquesote se parte y se chopea en el agua chocolatosa, una delicia definitivamente.
El Marquesote de Día de Muertos, se usa para otras fiestas
Y aunque, en efecto, el marquesote abunda en las ofrendas oaxaqueñas la realidad también es que se le puede encontrar en bodas, quince años, cumpleaños y festejos tradicionales de la región, dado que a todos gusta por poseer una suave migaja, similar al de las llamadas “cajitas” que se elaboran en Guerrero, que por cierto también están hechas con harina de arroz.
Sin duda el marquesote es uno de los panes que más añoran los oaxaqueños que están fuera de su terruño, pues también tienen un valor afectivo. Por ejemplo: una familiar puede regalar marquesotes para invitar a otra a alguna festividad, así que no asistir al evento tras haber recibido una invitación con este pan, se toma como una ofensa.
La receta del marquesote
En tu próximo viaje al Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, no olvides buscar un pan marquesote para comerlo acompañado de un chocolate o un café, que es como suele consumirse en diversas familias. Pero si no tienes planeado ir a aquella región próximamente, en México Desconocido te compartimos la receta de esta delicia en el siguiente link: «Receta para el marquesote, pan típico de Oaxaca«.