Descubren ciudad maya en Quintana Roo
Oculta entre la exuberante vegetación selvática que distingue al sureste de México, especialistas del INAH hallaron los restos de Noh Kah, una metrópoli prehispánica que consta de seis grupos arquitectónicos.
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Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontraron oculta entre la selva del sur de Quintana Roo una antigua ciudad maya. Su nombre es Noh Kah y se trata de un núcleo urbano que comprende más de 34 hectáreas, en las que se ubican al menos seis grupos arquitectónicos levantados entre el Periodo Clásico Temprano y el Periodo Clásico Tardío, según muestran la organización y la forma de los montículos.
El principal hallazgo de esta zona arqueológica es El Paredón, un muro revestido con piedras cuadrangulares que se levantó entre los años 250 y 600 de nuestra era, del cual pendían lianas pero cuya forma advertía la presencia de una ciudad “devorada por la jungla”. Sin embargo, aunque este vestigio denota la importancia del sitio, se trata de una construcción posterior al primer auge que experimentó hace más de 1,500 años.
Noh Kah significa “ciudad grande” y fue el nombre propuesto por los ejidatarios de Botes-Rivorosa. Pertenece al área de la ribera de río Hondo, colindante con Belice, donde se extienden zonas monumentales como Dzibanché y Kohunlich. Por ello, este descubrimiento podría ofrecer a los arqueólogos nuevos conocimientos acerca de la influencia de la dinastía Kaan en esta zona, la cual es conocida por ocupar otras capitales como Calakmul.
Aunque aún se desconoce la extensión de esta metrópoli (cuyo estudio se dificulta para las técnicas de mapeo de alta tecnología debido a la exuberancia de la selva), su patrón de asentamiento es similar al de otros sitios al sur de Quintana Roo que destacan por la separación del área nuclear de las ciudades. Los grupos arquitectónicos encontrados hasta el momento están alejados por entre 0.5 y 3 kilómetros, y recibieron los nombres de El Corozal, El Pich (que se cree era el lugar donde se ejercía el poder político), El Paredón, El Pocito, Hop Na y El Veinte, donde se reconoce un basamento piramidal.
Entre las principales características de Noh Kah está el aprovechamiento orográfico de la zona que les permitió convertir laderas en terrazas. Esta misma condición es la que dificultó su descubrimiento por más de mil años.
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