Nuevo León, el estado mexicano que tiene origen judío
¿Sabías que la ciudad de Monterrey y el Estado de Nuevo León tiene un origen judío? Te contamos sobre la historia de sus fundadores.
Nuevo León es uno de los estados más prósperos y bellos de México; aunque su población sólo representa el 4% de la población mexicana, la entidad contribuye con el 10% del PIB nacional. Tan singular es su presente como su pasado, ya que aunque es poco conocido, el origen de Nuevo León se entreteje con el drama vivido por los criptojudíos de la Nueva España.
La antesala para este suceso fue la expulsión de judíos de territorio español en 1492 mediante el Edicto de Granada. Para que un judío pudiera permanecer en territorio de los Reyes Católicos debía abrazar el cristianismo. Debido a la persecución religiosa en España, miles de judíos vieron en la conversión la posibilidad de ascenso social y supervivencia. No obstante, la prosperidad de los cristianos nuevos rápidamente fue objeto envidias y calumnias.
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Aunque es verdad que existieron grupos de judíos que se adhirieron genuinamente al cristianismo, lo cierto es que el criptojudaísmo o la práctica secreta del judaísmo fue una tendencia mayoritaria entre los cristianos nuevos. A este último grupo se le denominó de forma peyorativa como marranos.
De acuerdo con un conferencia dictada por José María Benarroch, presidente de la Fundación Casa de España en México, fueron tres los fundadores de la ciudad de Monterrey: Alberto del Canto, Luis Carvajal y de la Cueva y Diego de Montemayor, quieres eran judíos sefardíes «conversos» al catolicismo.
Tras la llegada de Colón a América, los judíos que practicaban su fe clandestinamente vieron en el Nuevo Mundo la posibilidad una mayor libertad. Para evitar el ascenso social de los judíos en las colonias, la Inquisición emitió restricciones para que los cristianos nuevos migrasen, la cual fue conocida como ley de pureza de sangre.
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Nuevo León, un estado judío
En su versión novohispana, la pureza de sangre prohibía el acceso de nuevos cristianos a las Indias. El objetivo era evitar la infiltración de judíos, musulmanes o herejes en la instituciones de la Nueva España. Para ello se estableció un sistema burocrático que solicitaba la comprobación de la ancestría cristiana.
Aún con las restricciones, se dieron numerosos casos de falsificación de actas de comprobación del estatus de cristiano viejo, y la presencia de los judíos en las Indias fue una realidad desde los primeros días de la colonización.
Un caso excepcional durante la Conquista fue la fundación de Nuevo León a manos de judíos. Debido a que los conquistadores consideraron la región noreste de México como demasiado hostil, se le puso poca atención a la expansión de la Colonia en esa zona.
El primero de los involucrados fue Alberto Canto, judío sefardí que también fundó la ciudad de Saltillo y fungió como primer fundador y alcalde de Monterrey, cuyo nombre inicial fue Villa de Santa Lucía. Fue arrestado bajo cargos de judaizante, sin embargo escapó y vivió entre los indígenas hasta que se le retiraron los cargos. Sin embargo, la fundación de Nuevo León ligada al judaísmo no terminaría con él
Luis de Carvajal y el Nuevo Reino de León
En 1573 Luis de Carvajal y de la Cueva, esclavista portugués y nuevo cristiano, realizó una expedición por el actual San Luis Potosí. Dicho viaje le permitió reunirse con otros personajes de origen judío.
Posteriormente recibió una carta de la corona con la autorización para asentarse en la región noreste de México. Carvajal designó la zona como Nuevo Reino de León, actualmente Nuevo León; lugar en el que también se autorizó que los cristianos nuevos pudieran arribar.
Ya como gobernante, Carvajal organizó la migración de cristianos nuevos de Portugal a Nuevo León. Sin embargo, años después fue destituido y arrestado bajo acusaciones de practicar rituales judíos y de poco ímpetu en la conversión de indígenas.
Pese a que la rehabilitación social de Carvajal estaba próxima, murió en una cárcel de la Ciudad de México en 1591. Tiempo después miembros de su familia volvieron a ser arrestados y condenados a la hoguera. Como consecuencia, los Carvajal cambiaron su apellido a Lumbroso, formando una dinastía rabínica en Italia. El cambio de apellidos fue una constante entre los judíos novohispanos.
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Se puede deducir que durante el gobierno de Carvajal Nuevo León fue una colonia judía discreta. Tras la persecución, muchos judíos fueron disolviendo sus tradiciones e identidad, sin embargo la huella del judaísmo aún es presente en la vida de muchas familias mexicanas.
Finalmente, el tercer fundador de Monterrey, Don Diego Montemayor, también estuvo ligado al judaísmo. Sin embargo, a diferencia de sus antecesores, Montemayor buscó que su fundación no dejara lugar a dudas sobre su cristianismo. Por ello, el 20 de septiembre de 1596 Montemayor funda la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey.
