¿Palmeras en la Ciudad de México? Cómo llegaron a la capital del país

Parece que todo comenzó a mediados del siglo XX, después del gobierno de Lázaro Cárdenas, cuando México disfrutaba una economía en crecimiento. Aunque no hay registros oficiales al respecto, se dice que las palmeras en la Ciudad de México llegaron por orden del entonces presidente Miguel Alemán Valdés (1946-1952).

Continuando con la anécdota, Alemán Valdés realizó un viaje de trabajo que lo llevó a Los Ángeles, California; ahí quedó muy complacido con las hileras de palmeras en los bulevares angelinos y decidió replicarlas en la Ciudad de México.

Palmeras en CDMX, parte de un estilo californiano

De esta forma, Alemán encargaría al entonces regente de la ciudad, Fernando Casas Alemán, el diseño de un estilo urbanístico que incluyera dentro de su paleta vegetal a las palmeras o palmas canarias.

Así, estas fueron importadas desde las Islas Canarias, en España y plantadas en las avenidas principales de colonias como Lomas de Chapultepec, Polanco, Anzures, Lindavista, Álamos, Del Valle y Jardín Balbuena. La idea era recrear el entorno tropical y de lujo que se vivía en Beverly Hills.

Desgraciadamente, la historia de las palmeras no duró mucho. En la década de los 70, la ciudad vivió el fulgor de los ejes viales y los automóviles desplazaron muchos de los espacios verdes; por lo que gran cantidad de palmeras fueron derribadas y otras reubicadas en parques.

A pesar de esto, muchas aún llenan de verde distintos camellones en la ciudad.

Bondades de las palmas canarias:

• Su especie es la Phoenix canariensis.
• No son árboles, pues no forman madera o leño; son plantas arborescentes.
• Cada ejemplar puede llegar a vivir 200 años.
• Requieren poca agua para sobrevivir y resisten bien las lluvias.
• Sus raíces no rompen las banquetas.
• Además, no obstruyen la visibilidad de los edificios.

Enfermedad y muerte en las palmeras en la Ciudad de México

Hace unos meses, trascendió que la palma de Reforma, con más de 100 años de vida, fue removida debido a la presencia de hongos, uno de los cuales se asocia con la pudrición rosada.

Desafortunadamente, esta enfermedad ha alcanzado a más palmeras. De acuerdo con datos de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, las autoridades han derribado 189 palmeras muertas.

De hecho, expertos señalan que la proliferación de este hongo podría estar relacionado con el aumento de la temperatura en la Ciudad de México.

Sin embargo, vale la pena señalar que a pesar de todo, muchas de estas espléndidas plantas resisten y florecen en una ciudad en constante transformación.

Lejos del mar, las palmeras en la Ciudad de México han encontrado su hogar y siguen embelleciendo sus calles, avenidas y parques.

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