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Pedidores de lluvia. Rituales agrícolas de Guerrero

Guerrero
Pedidores de lluvia. Rituales agrícolas de Guerrero fifu

Los "pedidores" de la lluvia han jugado un papel importante en la conservación de los ritos tradicionales, son los interlocutores entre las necesidades de la comunidad y las fuerzas naturales

El estado de Guerrero se caracteriza por ser eminentemente agrícola, el 80% de sus habitantes, repartidos en siete regiones geográficas, se dedican al trabajo agrícola en tierras de temporal; además de que una gran cantidad de ellos son campesinos indígenas que se distribuyen en la Montaña, donde hay nahuas, mixtecos, tlapanecos y mestizos; en la Costa Chica están los afromestizos, mixtecos, nahuas, amusgos y tlapanecos; la región Centro está habitada por nahuas, al igual que ciertas comunidades de la zona Norte.En las regiones Centro, Montaña y Costa Chica, el sincretismo religioso se expresa en la combinación de elementos culturales indígenas con algunos aportes del cristianismo, como la adoración de la Santa Cruz y los rezos, algunas comunidades mestizas llevan a cabo estas celebraciones, pero se ajustan más a los rituales cristianos aunque el fin sea el mismo, subir a los cerros más altos, llegar hasta los manantiales o donde brota el agua para pedir la lluvia y buenas cosechas.Los rituales de petición de lluvias van asociados al ciclo agrícola durante la celebración de San Marcos los días 24 y 25 de abril, o los días 1, 2, 3 y 4 de mayo, dedicados a la Santa Cruz; estos rituales también comprenden la bendición de la semilla que se volverá a sembrar.

ORGANIZACIÓN SOCIAL

Al efectuar los rituales de petición de lluvias o propiciatorios, la comunidad se organiza para garantizar que todas las exigencias tanto materiales como espirituales se cumplan adecuadamente, pues existe la creencia de que si algo hace falta las deidades no serán benignas con ellos y tendrán mala temporada de lluvias.Año con año se elige a los responsables o «mayordomos», quienes ya por tradición organizan el ritual de petición de lluvias. Los ancianos, junto con la comunidad, nombran a los «mayordomos», en algunos lugares se elige a uno que llaman «mayor» y a otro «segundo», que tiene la encomienda de auxiliarle en la organización del ritual.Lo mismo sucede con los diputados y topiles que, junto con sus esposas, sirven de apoyo a los mayordomos, pues ellos preparan los alimentos, hacen los arreglos del altar y de la iglesia, llevan el incienso, cargan las ofrendas, recogen la cooperación de la comunidad, hacen tronar los cohetes, sirven los alimentos y acarrean la leña y el agua, entre otras actividades.Dentro de estos cargos comunitarios, de manera vitalicia destacan los padrinos, las madrinas y los rezanderos o cantores. Los padrinos y madrinas, en vísperas de los festejos, llevan la «cuelga» al santo festejado, ya sea San Marcos o la Santa Cruz, que consiste en flores, incienso, arcos y cohetes, y a veces ayudan al mayordomo con algunos gastos.

LOS PEDIDORES DE LA LLUVIA

En los rituales de petición de lluvia destaca el papel de los «rezanderos», «pedidores» o «invocadores» de la lluvia. Estos personajes han jugado un papel importante en la conservación de los ritos tradicionales ya que se desempeñan como interlocutores entre las necesidades de la comunidad y las «fuerzas naturales»; considerados «sacerdotes», tienen el poder y el don, así como la magia para invocar y pedir la lluvia.  Hernando Ruiz de Alarcón, en su obraTratado de las supersticiones y costumbres gentilicias, señala la importancia que tenían desde tiempos lejanos: «había en cada pueblo ciertos ancianos dedicados para el ministerio de los sacrificios de penitentes, que llamaban tlamacehuaque y los viejos se llamaban `tlamacasque’, que suena entre nosotros `sacerdote’… esto lo hacían en las cumbres de los montes, lomas altas donde había cercos o montones de piedras donde tenían los ídolos».El nombre con el se les conoce varía de acuerdo al grupo étnico. Entre los nahuas se les llamatlamaquet(el que pide el agua),huehuejioteohuehueyotl(anciano rezandero), brujo o hechicero; entre los tlapanecos se les llama mezo y entre los mixtecossaabi.

CARACTERÍSTICAS DE LOS RITUALES

Describiremos en forma sintética las características más importantes de algunos de los rituales que aún se desarrollan con enraizada tradición desde tiempos prehispánicos, dedicados al dios Tláloc o Akumiya, como también se le llama. Las comunidades tlapanecas llevan a cabo las celebraciones de petición de lluvias en los cerros más altos, los manantiales y cuevas. La gente sube a los lugares sagrados acompañando al rezandero o mezo que lleva los ídolos a San Marcos; éstas son figuras de piedra que nadie puede mirar, sólo el mezo. Ya estando en los laboratorios, los rezanderos o rezos ofrecen a San Marcos, o Akumiya, flores, aguardiente, guajolotes y la sangre de los chivos o borregos que sacrifican la noche del 24 de abril. La sangre de estos animales la juntan en paltos o jícaras y la ofrendan a los ídolos.

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Es importante decir que si la sangre se coagula significa que el temporal será malo y si eso no ocurre será bueno.Como señalábamos, entre los tlapanecos es usual el ofrecimiento de la sangre de los animales sacrificados, mientras que la carne se cuece para que sea consumida por los acompañantes en la celebración. Además de que se debe tener mucho cuidado de no dejar que los huesos de los animales caigan al suelo, éstos se juntan en una cubeta para arrojarlos después al fuego; nada debe resultar mal para que los dioses no se enojen, pues si esto sucede implica que habrá mal tiempo y, por tanto, malas cosechas.

Los tlapanecos acuden a los cerros más altos, cuevas o manantiales pues dicen que ahí se juntan los cuatro vientos o puntos cardinales; es ahí donde se vincula la naturaleza con el poder de los dioses. La música de banda es un elemento que no falta en las celebraciones, igual que el aguardiente, las danzas y las flores. Las comunidades nahuas, cuya presencia en el estado es mayor, celebran sus rituales de petición de lluvias en Atliaca, municipio de Tixtla y Zitlala, cabecera municipal del mismo nombre, en la región Centro; y en Acatlán de Chilapa, Santa Catarina de Ahuacuotzingo, Coatlacco de Gualac y San Pedro Petlacala de Tlapa, entre otros, municipios que se ubican en la Montaña. En todos los casos las celebraciones tienen los mismos objetivos, pero muchas veces se distinguen por la forma de realizarlos y por las ofrendas que en cada uno se presentan, pues los lugares sagrados son también cerros, manantiales o cuevas. Debemos mencionar que los nahuas que habitan en la parte del centro del estado, al igual que los mestizos, festejan a la Santa Cruz los días 1, 2, 2 y 4 de mayo. De las celebraciones en esta región las más destacadas son la de Atliaca y Zitlala. En esta primera comunidad el ritual lo hacen los días 1, 2 y 3 de mayo, adorando a un cráter conocido como Pozo de Ostotempa con un diámetro aproximado de 200 metros y una profundidad incalculable. Este lugar sagrado es el centro de adoración de los nahuas de la zona.Ahí se vela toda la noche con música, rezos, danzas, cohetes, comida y mezcal.

Las ofrendas consisten en animales vivos que son arrojados el día 2 de la mañana al fondo del pozo; si son aves se les amarran las alas o les vendan los ojos; si son puertos o chivos se echan sin amarrar. Además se ofrenda comida ya preparada, pan y bebida (mezcal).En lugares como Zitlala suben a un cerro muy alto conocido como Cruzco, siendo ahí donde tiene el adoratorio con sus cruces; suben el día 3 de mayo para pedir la lluvia. En este lugar sacrifican guajolotes con la finalidad de ofrendar las vísceras a los dioses que se encuentran en los vientos. Las vísceras se dejan en el lugar señalado a fin de que atraigan a los zopilotes, ya que dicen los indígenas que estas aves atraen a los vientos (vientos que traen las lluvias).  A los asistentes se les da de comer mole rojo de guajolote acompañado de un sabroso mezcal, las mujeres bailan sobre el cerro. El ritual lo realizan los mayordomos.

Por su parte, en algunas comunidades mestizas donde también se llevan a cabo las celebraciones de petición de lluvias, festejan a la Santa Cruz. Dichas celebraciones se inician con la novena que da inicio el día 24 de abril y culmina el día 2 de mayo. Por la noche de este día se lleva a cabo la velación de la Santa Cruz y por la mañana se almuerza pozole blanco acompañado de mezcal. Al mediodía se come mole rojo de guajolote o de puerco con tamales nejos. Estas comunidades también suben a los cerros o adonde están los manantiales.Finalmente, en algunas comunidades el día 4 de mayo se efectúa el cambio de mayordomos; en ocasiones existen personas que se proponen para ocupar el cargo de manera voluntaria, mientras que en otras los elige la comunidad junto con el mayordomo saliente. Para ocupar este cargo la persona designada deberá tener una posición económica holgada, ya que prestará servicio durante un año o más y hacer la fiesta resulta muy costoso.

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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