¿Por qué había manatíes en Xochimilco?
Te contamos la historia de cuando unos manatíes fueron llevados a las aguas de los canales de Xochimilco y fueron confundidos con monstruos acuáticos.
Durante algún tiempo se creyó que era una leyenda urbana, pero no: durante 1976 podías encontrar manatíes en Xochimilco. Aquí te contamos la historia.
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El valor de Xochimilco
Xochimilco recibió el nombramiento como Patrimonio Natural de la Humanidad por parte de la UNESCO en 1987. ¿La razón? En muy pocos lugares del mundo el ser humano ha transformado el entorno acuático para adaptarlo a sus necesidades de alimentación y vivienda, como ocurrió en los lagos del Valle de México en tiempos prehispánicos.
Se ganó terreno a los lagos mediante islas artificiales conocidas como chinampas, donde se puede vivir y sembrar.
Y, sin duda, abordar una trajinera y recorrer sus canales es una de las imágenes emblemáticas del turismo nacional. Incluso se ha ganado el mote de la Venecia mexicana.
Los manatíes en Xochimilco
Una década antes del nombramiento como Patrimonio de la Humanidad presentó un agudo problema ecológico: una plaga de lirio impedía, incluso, que las trajineras pudieran circular por los canales.
Era el año de 1976 y la solución prevista por Mariano Velasco Mújica, entonces delegado de Xochimilco, para acabar con la plaga fue llevar, según Luis Zambrano, cuatro manatíes para que consumieran los lirios. La página Yo Amo Xochimilco refiere que trajeron 28 ejemplares.
Los manatíes fueron importados del Río Grijalva. Esta especie de mamífero es asociado más a un medio marino; además, en efecto, es herbívoro y vive en aguas poco profundas.
Parte de su comportamiento es que son muy curioso, por lo que se acercan a las embarcaciones, lo que provocó un asombró tal que comenzó a correr la leyenda urbana de que había monstruos acuáticos en los canales de Xochimilco.
Quizá una de las razones que llevó a las autoridades de la época a llevarlos a Xochimilco fue que una de las características de los manatíes es que contribuyen a mantener el equilibrio de la vegetación en los ecosistemas y que su salud es un indicador del bienestar ecológico en general.
La cuestión es que ni eran monstruos ni acabaron con el lirio: eran cuatro manatíes nadando en las aguas de los canales de Xochimilico, lejos, muy lejos de su hábitat natural.
De acuerdo con el testimonio de Gullermo Gea: “Yo tuve una experiencia con un manatí cuando pescaba con un amigo en el embarcadero de Ylahuac. Quizás pudo ser una buena idea. Faltó difusión. Tenía 12 años y me creí muerto al ver ese monstruo”.
Fuentes: Luis Zambrano, revista Nexos. Yo Soy Xochimilco. Santiago Villaseñor, Elle.
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