¿Por qué nos gusta celebrar el Día de Muertos? - México Desconocido
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Arte y Artesanías

¿Por qué nos gusta celebrar el Día de Muertos?

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Todos tenemos razones por las cuales nos gusta el Día de Muertos, te compartimos algunas de uno de nuestros viajeros expertos. Estamos seguros de que te sentirás identificado.

¿Por el colorido del papel picado? ¿el ritual de elaboración del altar? ¿por tener otra oportunidad de preparar los platillos preferidos de nuestros difuntos? ¿por el pan de muerto?

Lejos (lejísimos) de presentar los resultados de una extensa serie de entrevistas a centenares de compatriotas que, con razón del Día de Muertos, reviven a su manera la tradición de ofrecer a sus difuntos una probadita de los placeres que disfrutaron en vida, este texto se basará primordialmente en una fuente muy cercana (cercanísima) de información: la mía. Entonces esta nota debería titularse ¿Por qué me gusta celebrar el Día de Muertos? Sí, así de egocéntrico, o quizá no tanto: porque estoy seguro de que muchos de ustedes podrán encontrar puntos que compartan, que conviertan mis palabras en suyas. Esperando que esto sea así, empezaremos.

… Por el discreto sabor del pan de muerto, mezcla de azúcar y harina, acompañado preferentemente por una taza de chocolate caliente o de café de olla.

… Por las calaveritas de azúcar que, confieso, nunca me gustó comer, y que, vuelvo a confesar, solía guardar hasta que el azúcar se ennegrecía. También por tener que comprar calaveritas anónimas para que yo, al ser imposible encontrar una con mi nombre, completara manualmente la obra.

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… Por la extrema fragilidad del colorido papel picado, especialmente cuando la tarea de desdoblarlo sin romperlo se convierte en un insuperable ejercicio de paciencia.

… Por el placer de desempolvar las ingeniosas figuras de calaveras que compraba en Pátzcuaro. Una andaba en bicicleta; otra paseaba un perrito igualmente calavera; otra que comía tacos; otra más que tomaba tequila.

… Por el complejo aroma compuesto, a su vez, por dos aromas: el de la flor de cempasúchil, y el del copal quemándose; que poco a poco va adueñándose de la habitación, de la casa.

… Por el cálido susurro producto de las veladoras y cirios que iluminan, por partes, el altar, que nos hace sentirnos abrazados, bienvenidos, acompañados.

… Por aquellos pequeños rituales personales que uno ha venido añadiendo a la tradición popular. Ciertas canciones que deben ser cantadas; ciertos libros que deberán ser dejados abiertos; ciertas estaciones de radio que sonarán toda el día y toda la noche.

… Por tener un pretexto (como si hiciera falta alguno) de quitar las fotos de la repisa, del librero o del álbum, de nuestros familiares o amigos ausentes, para colocarlas en el sitio de honor, rodeadas de colores, aromas, y sabores.

… Y, al final, por saber, querer, o esperar que en verdad nuestros difuntos sean capaces de encontrar el camino de regreso, y visitarnos y compartir la misma mesa y el mismo espacio una vez más.

A tí, ¿qué es lo que más te gusta de día de muertos?

autor #ViajeroExpertoMD y generador de contenido.
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