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Arte y Artesanías

Puebla, cuna del vidrio en México

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Puebla, cuna del vidrio en México fifu

El español Antonio de Espinosa fue el primer vidriero de México. En 1542 estableció un obraje en la calle del Venado, en Puebla, aunque un año más tarde el cabildo le prohibió que cortara leña “a menos de dos leguas a la redonda de la ciudad porque gustaba mucho en su oficio”.

Espinosa siguió fabricando botellones, redomas (vasijas anchas en el fondo y angostas en la boca), vinateras y vasos de vidrio blanco, verde y azul. Su taller fue el único de la Nueva España, incluso exportaba parte de su producción a Perú y Guatemala. 

 A principios del siglo XVIII, el maestro soplador Antonio Pardo instaló una nueva fábrica frente al convento de Santa Teresa. Sus descendientes continuaron con el oficio, más tarde uno de sus hijos abriría su propio taller a un costado del templo de Santo Domingo.  A don Estéban de Antuñano, introductor de la industria textil en Puebla se le debe también el resurgimiento del vidrio. En 1838 formó la Compañía Empresarial para la Fabricación del Vidrio Plano y Cristal al estilo de Europa con técnicos traídos de Francia; este taller trabajó hasta 1885. La familia Quinard, de origen francés reanudó los trabajos en Solar Castro, fundada igualmente por Antuñano, hacia 1885, también fecha de la creación del taller Fuente de Belén. 

En 1896 se estableció el Obraje Lomba y un año más tarde nació la vidriera Corazón de Jesús, en donde se inició quien posteriormente sería el maestro soplador Camilo Ávalos Razo, orgullo de Puebla y considerado el más importante vidriero mexicano. Una vez que Ávalos Razo dominó las técnicas de su oficio fundó nuevos talleres en Santa Ana Chiutempan, Texcoco, Ciudad de México, Apizaco, San Juan de los Llanos, Guatemala y en la misma ciudad de Puebla. Los objetos más comunes en la fabricación vidriera definales del XIX eran las botellas de vidrio verde para las destilerías, además de piezas azogadas y torres de esferas superpuestasmuy solicitadas por las farmacias y los tendajones.  En 1908 se fundó en Puebla la Vidriera Mexicana que elaboraba vidrio plano –hasta entonces muy costoso–; sin embargo, la presencia de la Vidriera de Monterrey, apenas un año más tarde, provocó el cierre de muchos negocios. Así, don Joaquín Rascón adquirió el equipo y las herramientas de la vidriera poblana para su taller El Corazón de Jesús. 

Fue precisamente en El Corazón de Jesús donde a la corta edad de 7 años y bajo las órdenes de Ávalos Razo empezó a trabajar Víctor Martínez Filoteo. Con sus ahorros –cobraba sólo la mitad de su salario, con el resto adquiriría mercancía para vender–, y con un importante bagaje de conocimientos, Martínez Filoteo abrió su propio negocio: la fábrica de vidrio La Luz (1935) que más tarde compraría el señor Roberto Alatriste y la trasladaría a Texcoco con el nombre de El Crisol.  Con el producto de la venta, Martínez Filoteo reabrió su negocio en las afueras de Puebla,más tarde sus hijos lo hicieron crecer fabricando, sobre todo, garrafones de vidrio verde para agua purificada.

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En 1994, por falta de modernización y por la reglamentación oficial que exigía envasar agua únicamente en recipientes de vidrio blanco, cerró la fábrica La Luz.  Pero la familia Martínez no se ha dado por vencida, sólo dos años después reinició sus actividades aunque ahora fabricando objetos artísticos de vidrio soplado y prensado rescatados de técnicas y modelos antiguos, así como artículos para la construcción. Actualmente los propietarios de la fábrica La Luz se han dado a la tarea de rescatar el vidrio popular poblano en figuras como los vasos y jarras pulqueras o las “gallinitas” para la “sal de pellizco” en colores verde botella o aguamarina y con el procedimiento de vidrio prensado. 

La familia Martínez utiliza en gran parte de su producción vidrio verde reciclado, ello significa menos gasto de recursos naturales, como agua y arena sílica. “Todo el vidrio es reciclable, y reciclarlo es un proceso infinito”, señala la LDG Claudette Agraz Rodríguez en su interesante estudio sobre el vidrio poblano y añade que las piezas que se fabrican en La Luz “son el resultado de una tradición familiar artesanal que vale la pena resurgir”.

autor Conoce México, sus tradiciones y costumbres, pueblos mágicos, zonas arqueológicas, playas y hasta la comida mexicana.
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