Los puestos de jugos y licuados, oasis en los que nos refrescamos y desayunamos
Los puestos de jugos y licuados, conocidos también como juguerías, son una constante imperdible de la capital del país y otras ciudades de México. ¡Conoce más sobre ellos!
En las calles de diferentes ciudades de México (particularmente en su capital), es común encontrar diferentes locales y puestos callejeros. Los que se nos vienen siempre a la memoria, son los de tacos. Sin embargo, hay otros infaltables de las banquetas: los puestos de jugos y licuados. ¡Conoce más sobre ellos!
El origen de los puestos de jugos y licuados
Los puestos de jugos y licuados en México tienen como origen las tradiciones del consumo de frutas frescas en el país. Desde tiempos prehispánicos, los pueblos mesoamericanos ya aprovechaban una variedad de frutas y plantas para preparar bebidas, algunas de las cuales se fermentaban.
Con la conquista y el virreinato, se introdujeron nuevos frutos y técnicas de preparación, lo que enriqueció la diversidad de las bebidas. Se ofrecían en puestos de tianguis y mercados. Sin embargo, el auge de los puestos de jugos y licuados como los conocemos hoy comenzó en el siglo XX. En las décadas de 1950 y 1960, con la llegada de la cultura del fast food (comida rápida) y la búsqueda de opciones saludables, los jugos y licuados empezaron a ganar popularidad bajo la forma que los conocemos en la actualidad.
La tradición juguera
Hoy en día, los puestos de jugos y licuados son parte integral de la vida cotidiana en muchas ciudades de México. Ofrecen una numerosa variedad de opciones que incluyen jugos naturales, licuados, y smoothies. Siempre su enfoque es el de usar ingredientes frescos y saludables. Además, se han adaptado a las tendencias contemporáneas, como el uso de superalimentos y opciones veganas.
En la Ciudad de México existe una enorme cantidad de juguerías. En ellas se ofrecen desayunos saludables: ensaladas de frutas, sandwiches o barras de cereales caseras. También tienen mezclas especiales: el famoso «Vampiro», que es rojo por los jugos del betabel, zanahoria y naranja; el «Antigripal», hecho con naranja, limón, guayaba, toronja y miel, además del «Quema grasa», preparado a base de nopales con apio y perejil, entre otros.
Como los negocios de ésta índole, sus precios accesibles permiten que diferentes sectores de la sociedad disfruten de la frescura de jugos y licuados, constituyéndolos en una tradición popular. Desde el estudiante, el oficinista, hasta los padres de familia que necesitan una alternativa rápida para el desayuno de sus hijos, estos locales ayudan a la alimentación y la economía. Frente a los productos procesados, siempre serán la opción más saludable y rica de todas.
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