Estas son las razones por las que no deberían talar el bosque de niebla en Xilitla
El bosque de niebla en Xilitla está en peligro de ser talado. Estas son las razones por las que se debería de conservar.
A lo largo de mi vida como explorador he tenido el privilegio de conocer muchos sitios que seducen, atraen, fascinan, como el bosque de niebla en Xilitla. Estos lugares no suelen estar a la vista o al alcance de una carretera y eso los ha mantenido prístinos. Se trata de santuarios naturales, lugares sagrados que a toda costa deben permanecer intactos.
Una de estas regiones asombrosas se encuentra en la zona colindante entre la Sierra Gorda de Querétaro y la Huasteca Potosina. Exploré esta zona para buscar cuevas en las partes altas de la sierra. Y vaya que las hay, y son tan impresionantes como el paisaje del entorno. Visité abismos como el de la Hoya de la Luz, un gran pozo natural con un bosque interior a doscientos metros de profundidad; o el Sótano de la Trinidad que con sus 836 metros resultó ser una de las simas más profundas de América, solo por mencionar lo más destacado. Pero lo más impresionante es ese bosque de niebla que recorrí, junto con el Grupo de Espeleólogos de la UNAM, con gran esfuerzo y que partía desde las selvas húmedas y cálidas de la Huasteca, hasta las mesetas y montañas de la parte alta de la Sierra Gorda.
Sus numerosas cavernas son espectaculares y encierran formas de vida únicas, muchas de ellas endémicas. Acampar en este entorno es apreciar y convivir íntimamente con ese milagro de vida que se sustenta y sostiene en medio de esa niebla que de pronto se deja venir del Golfo y se genera gracias a las corrientes de humedad de la cercana costa. Seguí las veredas milenarias originadas por miles de años del paso de gentes de otros tiempos y otras culturas, pero esas vías siguen vigentes y se abren entre ese bosque con sus complicidades de vida.
Por eso amo este bosque y todo lo que encierra, y lo que le pase o le pueda pasar me duele profundamente. Y me duele saber que hoy está amenazado, como lo están muchas de nuestras regiones naturales. Recientemente se ha autorizado a una persona para talar dos mil hectáreas en dicho bosque. En estos tiempos del cambio climático, del calentamiento global y todos sus efectos adversos, resultan preocupantes y sorprendentes permisos de este tipo.
“Como si no se supiera que en nuestro país han sido devastados sistemáticamente sus bosques de niebla, al grado que hoy queda únicamente 1% de la superficie original que se tenía”.
Ha sido la Huasteca una de las regiones que más deforestación han sufrido y precisamente ese bosque que menciono, y que se pretende talar, es de las pocas regiones que han escapado a esa destrucción de la naturaleza. Es parte de ese 1% que a duras penas sobrevive ante la presión de una sociedad como la nuestra que no deja de mostrar su cara depredadora. En estos días, atentar contra la naturaleza es atentar contra toda la vida, incluyendo la humana. Es apostarle a un futuro muy incierto para nuestros descendientes, negándoles la posibilidad de disfrutar esa riqueza de la que hablo junto con todas sus bendiciones.
Recuerdo las palabras indígenas cuando dicen: “Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñados a los nuestros: que la Tierra es nuestra madre. Todo lo que afecta a la Tierra afecta a los hijos de la Tierra. Cuando los hombres escupen el suelo se escupen a sí mismos… la Tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la Tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es solo una hebra de ella. Todo lo que haga a la red se lo hará a sí mismo. Lo que ocurre a la Tierra ocurrirá a los hijos de la Tierra. Lo sabemos. Todas las cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia…”
Demos gracias a cada árbol que existe por la gran labor que hacen por nosotros. Amemos a cada especie, aún las más insignificantes, porque cada una de ellas contribuye en ese entramado de la vida. Cuidemos los bosques, los mares, las montañas, los ríos, cada aspecto de la naturaleza porque finalmente nosotros, lo aceptemos o no, somos parte de ellos y compartimos un mismo espacio que es la Tierra, nuestra Madre, que a su vez es parte del Universo que nos conforma.
Esta fauna está en peligro
Entre las complicidades que notamos están las de tantas especies de flora y fauna que a través de miles de años aquí han encontrado un refugio que les ha permitido evolucionar.
- Pumas
- Jaguares
- Ocelotes
- Margays
- Venados
- Mapaches
- Coatís
- Hurones
- Grisones
- Martuchos
- Puercoespines
- Reptiles
- Ranas
- Salamandras
- Chivizcoyo (endémica)
- Codorniz silbadora (endémica)
- Ajol (endémica)
- Trepador gigante (endémica)
- Zumbador enano (endémica)
- Trogón de montaña (endémica)
- Tecolotito serrano (endémica)
Este tipo de flora será calcinada
- Helechos arborescentes
- Alisos
- Encinos
- Cedro blanco
- Liquidámbares
- Pinos
- Abetos
- Tilas
- Bromelias
- Orquídeas
- Cactáceas
¿Qué hace un bosque de niebla por nosotros?
- Captura agua y carbono y da oxígeno
- Produce y conserva suelo y por lo mismo vida
- Forma materia orgánica
- Conserva acervos genéticos
- Filtra el aire, el suelo y el agua
- Regula el clima
- Ayuda a mantener el ciclo del agua
- Provee alimentos, madera, fibra, medicinas y remedios, entre otras cosas.
- Su belleza y su verdor nos tranquilizan, maravillan e inspiran
- Son espacios de recreación y aprendizaje
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